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Monedas de A.Latina en rangos, atentas a empleo de EEUU

En marzo las principales divisas regionales -el real brasileño y el peso mexicano- habían descendido a mínimos, en el peor momento de la crisis financiera global. El real se hundió hasta alrededor de 2,45 por dólar y el peso hasta 15,5550.

29 de junio de 2009

Buenos Aires.- Las monedas de América Latina operarían dentro de rangos esta semana, con una tendencia de fondo a la baja ante la caída del apetito por el riesgo, pero a la expectativa de varios datos de la economía estadounidense, sobre todo el reporte laboral del Gobierno.


Esa tendencia se revirtió abruptamente en los últimos tres meses, cuando se propagó la idea de que lo peor de la crisis ya había pasado, y todos los mercados financieros se recuperaron. El real llegó incluso a 1,92 al inicio de este mes y el peso se revaluó aproximadamente a 13,0140.

Pero los mercados se estancaron recientemente porque volvieron las dudas sobre la economía, particularmente por el empeoramiento de las finanzas y de la deuda pública de Estados Unidos. Cuando las bolsas se frenaron, los inversores también recortaron los fondos que asignan a valores de alta renta. "El real está atascado en un patrón lateral, reaccionando sólo a cambios en el apetito de los inversores globales", dijo un informe de IDEAglobal.

"Recomendamos mirar a 1,92 y 2,04 como niveles clave de soporte y resistencia", agregó. El viernes, el real cerró a 1,94 por dólar. El peso mexicano terminó en 13,2275/13,2300.

En tanto, un informe de proyecciones de cotizaciones monetarias de Citi dijo la semana pasada que "en América Latina, como en otros mercados cambiarios emergentes, las monedas podrían debilitarse en el corto plazo a medida que se disipa el apetito por el riesgo", aunque igualmente anticipaba un tono estable para el mediano plazo.

Reflejando pocas expectativas de modificaciones para la cotización de las divisas latinoamericanas, el reporte veía al real en un nivel de 2 por dólar en septiembre y en 1,90 a fin de año y al peso mexicano en 13,4 y 13,5 para los mismos plazos, respectivamente.

El informe del Citi señaló: "En México, aún prevemos presiones en el corto y mediano plazo sobre el peso antes de las elecciones de medio término". "En particular, la incertidumbre sobre la probabilidad de que una reforma fiscal se apruebe en el nuevo congreso sigue aplazando la inversión en una economía golpeada y atada al ciclo económico de Estados Unidos", añadió.

Según analistas, después de los comicios legislativos programados para el 5 de julio, en los que encuestas arrojan que el PRI ganaría una mayoría de los diputados, el partido opositor podría estar más reacio a ayudar al Gobierno mientras se posiciona para las elecciones presidenciales del 2012. Esta semana los inversores y operadores financieros mirarán varios datos de la economía de Estados Unidos. El más importante es el reporte oficial sobre la evolución del mercado laboral en junio, que saldrá el jueves (habitualmente este informe se divulga los viernes, pero esta vez es feriado).

De acuerdo con un sondeo de Reuters, los analistas prevén que este mes que concluye se destruyeron 355.000 empleos más en Estados Unidos, que sería un leve aumento desde los 345.000 de mayo. La tasa de desempleo crecería a 9,6 por ciento en junio desde 9,4 por ciento en mayo.

Si la reducción de las nóminas de empleados resulta menor de lo previsto, por más que ascienda a decenas de miles, eso podría resultar en una apreciación de los activos latinoamericanos y los valores de riesgo en general, por considerarse un nuevo "brote verde" de reactivación. El miércoles, antes de esos números oficiales, se conocerán otros reportes laborales del sector privado que suelen interesar a los mercados, sobre todo uno de la firma ADP. También en la semana saldrán importantes índices fabriles regionales, sondeos de negocios y datos de viviendas.

En Argentina, la presidenta Cristina Fernández sufrió una dura derrota en unas elecciones de mitad de mandato que pusieron fin al control oficialista sobre el Congreso y posicionaron a opositores como favoritos para ganar la presidencia del país en el 2011. La semana pasada, financistas de Wall Street dijeron que si perdía el oficialismo, los activos argentinos podrían repuntar, lo que supuestamente favorecería un alza del peso. Pero otros analistas se muestran más cautos y sostienen que no habrá grandes cambios económicos a corto plazo.

El peso argentino profundizó el viernes su trayectoria bajista por una incesante demanda de dólares previa a las elecciones legislativas, que obligó al Banco Central a vender divisas para moderar la caída. El peso interbancario, donde interviene la banca oficial, perdió un 0,13 por ciento a 3,7975/3,8 por dólar al cierre.

Para Chile, el reporte del Citi dijo: "prevemos que las nuevas ventas de dólares por parte del Gobierno aumenten las presiones de apreciación del peso en los próximos 2 a 3 meses, manteniendo al peso en un rango de 520-550". El peso chileno cerró el viernes a 530 por dólar. En febrero, el Gobierno anunció que subastaría un total de 3.000 millones de dólares a razón de 50 millones diarios, en el marco de un programa destinado a enfrentar los efectos de la crisis global.

Pero días atrás anunció un nuevo paquete por 4.000 millones de dólares que comenzará a licitar a partir de julio por un monto diario de 40 millones.

 

 

Reuters