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Ministro de Economía Argentino dice que inflación no es problema de Estado

Los comentarios del ministro de Economía argentino, Amado Boudou, en los que desvinculó al Gobierno del aumento de la inflación y aconsejó buscar las mejores ofertas antes de comprar han calentado la polémica sobre la escalada de precios y la escasa fiabilidad de las estadísticas oficiales.

27 de enero de 2011

Buenos Aires - "No es el Gobierno el que los sube (precios) y yo le aconsejo a la población que busque porque es indudable que existe una fuerte dispersión de precios", afirmó el ministro, que aspira a convertirse en candidato oficialista para la alcaldía de Buenos Aires.

"Cuando hay alguna dificultad con algún precio, el Gobierno sale a atenderlo, pero no es el Gobierno el que sube los precios, sino algún sector empresarial o comercial", añadió.

La reacción no se ha hecho esperar y la oposición ha cargado contra el ministro por desvincular al Gobierno de uno de los mayores problemas económicos del país, mientras los medios han comparado el comentario con el eslogan "camine, señora, camine" popularizado por Lita de Lazzari, una televisiva ama de casa que hace décadas recomendaba a las compradoras desgastar suela para conseguir los mejores precios.

El diputado radical Miguel Ángel Giubergia, vicepresidente de la Comisión parlamentaria de Presupuesto y Hacienda, fue tajante hoy: "Es el ministro de Economía el que está disperso, no los precios".

"Boudou le recomienda a la gente que salga a buscar precios, yo me tomo el atrevimiento de recomendarle a Cristina (Fernández de) Kirchner que salga a buscar un ministro de Economía", dijo.

Para Ricardo Alfonsín, aspirante radical a la candidatura presidencial, "lo que dijo el Ministro Boudou es un chiste de muy mal gusto. Que un ministro de Economía sugiera eso, es una provocación. Ya no le quedan argumentos para decir que no hay inflación. Hay inflación, y creciente".

"Que el Gobierno no reconozca la inflación es en sí mismo un problema de Estado que contribuye a construir un futuro peor, en lugar de uno mejor", agregó.

También el ministro de Hacienda de la ciudad de Buenos Aires, Néstor Grindetti, criticó a Boudou por considerar que "vuelve a confundir a la gente".

"Boudou debería dejar de hacerse el distraído y ocuparse de la inflación, que está perjudicando a todos los argentinos pero fundamentalmente a los trabajadores con menores ingresos", insistió.

El descrédito de los índices de inflación oficiales, una de las debilidades de la economía argentina, se acentuó en 2007, cuando el Gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner ordenó cambios metodológicos en los cálculos.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la inflación en Argentina alcanzó el 10,9 por ciento en 2010, frente al 25 por ciento en promedio estimado por consultoras privadas.

En 2009, la inflación oficial se situó en el 7,7 por ciento, aunque estudios privados triplicaron esa cifra.

 

(Efe)