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México busca blindar a pobres de precios de alimentos

27 de mayo de 2008

México.- México busca proteger el poder adquisitivo de las familias de escasos recursos frente al alza en los precios mundiales de los alimentos con la eliminación de aranceles a granos y el incremento en los subsidios a los más pobres.

El presidente Felipe Calderón afirmó que estas medidas, incluyendo los subsidios a combustibles, son posibles debido a que la economía mexicana está "fuerte y estable" y advirtió que requerirán "un gran esfuerzo presupuestal", ante lo cual anunció sin detallar de inmediato que será necesario "redoblar las medidas de austeridad".

Los subsidios a los combustibles "constituyen la mayor parte de los ingresos extraordinarios derivados del aumento en los precios internacionales del petróleo", manifestó Calderón en un mensaje difundido al país por radio y televisión. Al anunciar acciones adicionales al programa que anunció el domingo, Calderón dijo que el gobierno autorizará una cuota de importación de frijol libre de aranceles y anunció un arancel cero también para sorgo y pasta de soja.

El presidente Calderón dijo que el incremento en los precios estaba relacionado con aumentos internacionales de los alimentos y el petróleo, así como con el gran crecimiento económico de China y la India. El presidente anunció también que el gobierno mantendrá los precios bajos para la gasolina, el diesel y el gas natural, mediante subsidios que costarán unos 19.250 millones de dólares cada año.

El gobierno eliminará los impuestos a la importación de fertilizantes y apoyará a los campesinos con la modernización de sistemas de riego y la entrega de créditos preferenciales a unos 500.000 pequeños productores del campo, dijo Calderón horas después de que altos funcionarios habían anticipado otras medidas del programa.

"Esperemos que al final de este periodo de altos precios en los alimentos, las familias más pobres en México hayan sido protegidas en términos de poder adquisitivo, y no se incremente el número de pobres", dijo en rueda de prensa el secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero. Las secretarías de Economía, Desarrollo Social y Agricultura detallaron el plan presentado el domingo por el presidente Calderón para tratar de contener los efectos negativos de los altos precios en los alimentos.

El plan considera la eliminación de los aranceles a la importación de maíz, trigo, arroz, sorgo y pasta de soja, además de la autorización de un cupo de 100.000 toneladas de frijol libre de impuestos, con el propósito de garantizar el abasto y evitar la especulación en los precios. Además, las 5,2 millones de familias más pobres (que representan unos 26 de los cerca de 105 millones de mexicanos) recibirán 120 pesos (unos 11,6 dólares) adicionales a los 535 pesos (51,5 dólares) que actualmente reciben cada mes.

También se mantendrán sin variación los precios de la harina de maíz y leche que el gobierno distribuye entre ese grupo de la población, además de que el gobierno establecerá una reserva especial de medio millón de toneladas de maíz para garantizar su abasto por nueve meses. La nueva ayuda a los pobres representará un costo presupuestal de 4.500 millones de pesos, equivalente a unos 434 millones de dólares, que provendrán principalmente de ahorros en el gasto.

El secretario de Economía, Eduardo Sojo, dijo que según expertos la crisis alimentaria por el incremento de precios podría durar al menos entre 2 y 3 años, por lo que el gobierno se reservará su facultad de ampliar o modificar este plan conforme cambien las circunstancias.

"La crisis alimentaria mundial continúa y amenaza con agudizarse", señaló el funcionario. Agregó que además de proteger a los más pobres, también se busca mantener estables los precios para aliviar cualquier presión en otros grupos de la población. Cordero añadió que la idea es lograr que "las familias no tengan que disminuir su dieta, no tengan que saltarse una comida, no tengan que dejar a un miembro de la familia sin comer".

Sin especificar cifras, los funcionarios aseguraron que México tiene una situación más favorable que otros países de América Latina, con una inflación de las más bajas. El banco central reportó en abril que la inflación ese mes alcanzó 4,55%, el nivel más alto desde 2005, como resultado de un continuo incremento en los precios de los alimentos, como tomate, pollo en piezas, pan dulce, aguacate, plátanos y aceites. Algunas agrupaciones campesinas han considerado que el gobierno sólo ofrece soluciones a corto plazo, que dañarían a los productores.

 

AP