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Menos estadounidenses comprando viviendas: Sondeo AP

14 de abril de 2008

Washington.- Un número cada vez mayor de estadounidenses dicen que no van a comprar viviendas en el futuro cercano, en la más reciente señal del pesimismo reinante en el país por la crisis hipotecaria, según un sondeo difundido el lunes.

En un vívido bosquejo de cómo la debilidad del mercado de bienes raíces está causando nerviosismo en el país, la encuesta de Associated Press-AOL Money & Finance encontró que más de una cuarta parte de los dueños de viviendas temen que sus casas pierdan valor en los próximos dos años.

Uno de cada siete poseedores de hipotecas temen que no podrán cumplir con sus pagos mensuales a tiempo en los próximos seis meses.

"Es un gran momento para comprar, pero no necesariamente para vender", dijo Robert Jackson, que vive en una casa de dos dormitorios en Ferguson, Missouri, con su esposa y sus cuatro niños. Dijo que le gustaría comprar una casa más grande, pero no puede porque incluso si encontrase un comprador para la suya, probablemente perdería miles de dólares.

"Nosotros vamos a tener que aguantarnos y quedarnos aquí hasta que el mercado mejore un poco", dijo Jackson, de 30 años, en una entrevista.

El de Jackson no es un caso único. Sesenta por ciento de los encuestados dijeron que definitivamente no van a comprar una casa en los próximos dos años, comparado con 53% que dijeron lo mismo en una encuesta AP-AOL en septiembre de 2006.

Al mismo tiempo, apenas 11% dijeron que están seguros de que van a comprar muy pronto, comparado con 15% hace un año.

La creciente renuencia parece provocada en parte por temores de que los precios de las viviendas sigan bajando _ algo bueno si uno va a comprar una casa, pero malo si planea venderla.

El número de personas que piensan que los precios van a caer en su área subió a una de cada cuatro, mientras que cuatro de cada 10 piensan que los precios van a aumentar, una declinación respecto a hace dos años.

Una de cada 10 personas tiene hipotecas con tasas de interés ajustables, la mitad de quienes tenían esos préstamos hace dos años.

Esas hipotecas generalmente empiezan a una tasa baja y posteriormente son ajustadas para reflejar las condiciones del mercado _ lo que a menudo ha significado aumentos severos que han obligado a muchos a renegociar la hipoteca o incluso perder sus casas.

 

 

AP