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Lula pospone presentación de plan económico y reorganización de gabinete

La explicación para ambos atrasos fue dada a los reporteros por Tarso Genro, ministro de Relaciones Institucionales, o el encargado de los lazos entre el poder ejecutivo y el congreso.

21 de diciembre de 2006

Brasilia.- Los preparativos para la fiesta están casi listos y ya más de 1.500 invitaciones fueron repartidas para los actos en que Luiz Inacio Lula da Silva jure a la presidencia por segunda vez el 1 de enero.

Pero su nuevo gabinete y un plan económico, cuyas medidas serían anunciadas en la jornada, deberán esperar por lo menos hasta después del juramento.

Las medidas "audaces", pedidas por Lula a su equipo económico y que viene trabajando en ellas desde hace un mes, "no fueron rechazadas por el Presidente. Lo que pidió fue que fueran perfeccionadas", dijo Genro.

"El presidente fue extremadamente exigente en relación a los detalles de las medidas, la conexión de ellas y los resultados que las medidas van a dar", añadió el ministro. Lula "pidió más certeza, pidió más seguridad, más coherencia interna porque las medidas deben despertar mucha confianza en la sociedad brasileña con respecto al crecimiento" de la economía.

Genro dijo que daba sólo la explicación "política" del atraso porque la técnica correspondía a los ministros de Hacienda, Comercio Exterior y Planificación, que no se han pronunciado.

Versiones de la prensa local, como el diario Folha de S. Paulo, indicaron que el atraso se debió a divergencias surgidas entre el equipo económico con la decisión del miércoles del Ministerio del Trabajo, con apoyo del mandatario, de elevar 8,5% ó de 350 reales a 380 reales (162 dólares a 176 dólares) el salario mínimo mensual a partir del 2007.

Como en Brasil los beneficios que reciben cerca de 15 millones de jubilados están vinculados al aumento del salario mínimo, el Ministerio de Hacienda había propuesto un ajuste menor, de 367 reales (170 dólares), porque así podía reducir el impacto sobre el ya abultado déficit en el sistema de previsión social, según había dicho el ministro de Hacienda, Guido Mantega.

Pero además las arcas oficiales no tendrían cómo cubrir ese ajuste de 8,5%, a menos que se redujera el tamaño de los descuentos en el pago de tributos que el gobierno quería anunciar como parte de las medidas para estimular el crecimiento económico, indicó Folha.

La economía de Brasil creció 2,3% el año pasado, una tasa de menos de la mitad del 2004, de 4,9%, y entre las más bajas de la región.

Tras ganar las elecciones en octubre, Lula dijo que quería que Brasil creciera 5% anual. Esta semana el Banco Central redujo del 3,5% a 3% la expectativa de crecimiento en 2006.

 
 
AP