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Londres insiste en que no negociará con Argentina el futuro de las Malvinas

El Gobierno británico reiteró hoy que no negociará sobre las Malvinas después de que la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, pidiera en un acto público al ministro de Exteriores del Reino Unido, William Hague, que diera un oportunidad a la paz y dialogara.

2 de mayo de 2012

Londres - Un portavoz del Foreign Office aseguró hoy que la postura de Reino Unido es bien conocida y se mantiene invariable: "No habrá negociación con Argentina sobre las Malvinas".

"La soberanía de la islas no es una cuestión bilateral, ya que depende del derecho de autodeterminación de sus habitantes que son los que tienen la última palabra sobre su futuro", apuntó el portavoz.

El Gobierno británico respondió así al incidente en el que la embajadora de Argentina pidió el lunes al ministro de Exteriores británico, durante un acto público, que diera una oportunidad a la paz y se sentara a negociar.

Hague presentaba en ese momento un informe sobre Derechos Humanos y la embajadora argentina, que se encontraba entre el público, intervino sin previo aviso.

El Foreign Office aseguró que es una decisión de Argentina cómo y cuándo quiere plantear sus inquietudes al ministro y no entró a valorar el inusual contacto diplomático.

Según el periódico conservador británico "Daily Telegraph", alguien preguntó a la embajadora durante el incidente si iba a convertir en un hábito aparecer en los actos públicos de Hague para preguntarle sobre las Malvinas y ella contestó: "Espera y verás".

Alicia Castro asumió la embajada argentina de la capital británica, que llevaba vacante desde 2008, el pasado marzo, en un momento de especial tensión diplomática entre Londres y Buenos Aires.

La disputa por la soberanía de las Malvinas se agravó por el bloqueo a los barcos malvinenses en los puertos de los países de Mercosur, el viaje del príncipe Guillermo de Inglaterra a las islas en febrero y el despliegue de una moderna fragata del Ejército británico.

El Gobierno argentino acusó entonces a los británicos de "imperialistas" y de "militarizar" la zona, mientras Londres llegó a tildar de "colonialismo" la actitud de Buenos Aires.

Al anunciar la designación de Castro, Buenos Aires reiteró en un comunicado su "vocación de diálogo con el Gobierno británico en cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas sobre la cuestión de las islas Malvinas", bajo dominación británica desde 1833. 

EFE