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Latinoamérica espera transición pacífica en Egipto

Líderes latinoamericanos tras la renuncia del presidente egipcio Hosni Mubarak abogaron por una transición pacífica en esa nación árabe y destacaron la participación ciudadana en las movilizaciones contra el mandatario.

12 de febrero de 2011

Bogotá - El presidente colombiano Juan Manuel Santos hizo votos por "una transición pacífica, que conduzca a Egipto a un sistema democrático efectivo, donde ahí reine la paz y la prosperidad".

"Estamos listos con nuestra presencia en todas las instancias, con nuestra presencia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a aportar nuestro granito de arena, si así se requiere para ese propósito", concluyó.

En Caracas, el canciller venezolano Nicolás Maduro en declaraciones dijo que "nadie debe inmiscuirse en los asuntos internos del pueblo de Egipto".

Maduro dijo al canal privado Venevisión que era "repudiable" la actitud de Washington de tratar de "monitorear, dirigir a un país del poder del Egipto".

"Cada país debe saber regular, canalizar sus crisis, sus procesos políticos, tomar sus propias determinaciones", agregó el canciller venezolano.

En Madrid, la canciller española Trinidad Jiménez abogó por una transición "rápida, ordenada y pacífica" en Egipto, y señaló que la renuncia de Mubarak "facilitará una transición más rápida hacia la democracia y permitirá de esta forma colmar las legitimaciones aspiraciones del pueblo egipcio".

En Quito, el vicecanciller ecuatoriano Kintto Lucas, en declaraciones a la AP lamentó que "se hayan tenido que dar tantas movilizaciones con muertos y con heridos para que Mubarak haya decidido renunciar".

Mientras el presidente Rafael Correa formuló agrias críticas por la posición de Estados Unidos hacia Mubarak que gobernó durante más de tres décadas. "Si eres mi amigo eres bueno, así seas el más grande dictador o atentes contra los derechos humanos, pero si no eres mi amigo, por más que respetes los derechos humanos, ganes todas las elecciones, sigues siendo un malvado, un dictador" comentó.

Añadió que es irónico que "recién descubren que no había elecciones transparentes en Egipto, después de 31 años de Mubarak", a quien tildó de ser "un alfil de Estados Unidos e Israel en Africa del Norte".

En Lima, el canciller peruano José Antonio García Belaunde en entrevista con la AP, dijo que tras la salida de Mubarak "recién se puede hablar ahora del inicio de la etapa de transición hacia formas mas democráticas de gobierno".

"Yo esperaría que la Unión Europea pudiese hacer una supervisión de todo este proceso de transición".

Señaló que lo ocurrido en Egipto puede crear "ciertas expectativas que generan inestabilidad, (y) no nos va a extrañar que eso se refleje en aumentos del precio del barril del petróleo".

La cancillería de Brasil manifestó el deseo de que la transición política en Egipto "transcurra dentro del respeto a las libertades políticas y civiles y a los derechos humanos de la población, en un ambiente de paz y tranquilidad".

La cancillería de Bolivia en un comunicado en La Paz expresó su reconocimiento "destacó "el coraje y voluntad del pueblo egipcio que expresó en forma pacífica, la necesidad de llevar adelante reformas sustanciales que permitan la consolidación de la democracia en ese país".

El derrocado presidente hondureño Manuel Zelaya dijo haber recibido "con regocijo la salida del dictador Mubarak, quien no pudo resistir el empuje del valeroso y milenario pueblo de Egipto".

En un correo electrónico enviado a la AP desde su refugio en Santo Domingo, Zelaya afirmó que "el ejemplo de que la revolución es posible. Nos vienen ahora de las victorias populares en Túnez y Egipto, que han probado que la libertad se gana luchando, sin rendirse hasta vencer".

 

AP