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La UE y Mercosur vuelven a reunirse sin presentar ofertas de acceso aduanero

La Unión Europea (UE) y el Mercosur emprendieron hoy una nueva ronda de negociación de un acuerdo de asociación que volverá a estar centrada en los aspectos normativos del pilar comercial del tratado, en la que no prevén todavía presentar ofertas para el acceso de sus productos a los mercados.

12 de marzo de 2012

Desde hoy y hasta el próximo viernes, los equipos negociadores de ambas partes trabajarán para acercar posiciones en las tres bases sobre las que se apoya el amplio acuerdo: el diálogo político, la cooperación y el libre comercio.

Está previsto que la delegación suramericana se refuerce a partir del jueves con la llegada a Bruselas de la ministra argentina de Industria, Débora Giorgi, cuyo país preside actualmente el Mercosur. Dentro el pilar comercial del acuerdo, que es el que más dificultades está encontrando, la UE y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) todavía no entrarán a negociar el acceso de sus productos a los mercados, indicaron fuentes de la Comisión Europea a Efe.

Así, áreas sensibles en la negociación, como los capítulos sobre aduanas y facilitación del comercio, barreras técnicas al comercio o el mecanismo para resolución de conflictos, no serán abordadas aún. En cambio, se centrarán en la parte normativa del capítulo relativo a la liberalización comercial, es decir, los aspectos del acuerdo relacionados con las reglas, en los que la parte europea mantiene la expectativa de registrar progresos.

Las fuentes recalcaron la importancia de consensuar esas normas y recordaron que el objetivo de los negociadores es "avanzar todo lo posible en el trabajo técnico antes de intercambiar las ofertas sobre acceso a mercados". Por el momento, la UE aún no ha acordado una fecha con sus socios suramericanos para iniciar el intercambio mutuo de propuestas sobre acceso a los mercados, señalaron las fuentes, quienes recordaron que el momento debe ser discutido y aprobado con el Mercosur.

En cualquier caso, desde que la UE y el Mercosur volvieron a la mesa de negociación del acuerdo de asociación en mayo de 2010 -los trabajos estaban suspendidos desde 2004- no han dado el paso todavía de abordar el asunto fundamental del acceso aduanero, algo que siguen postergando reunión tras reunión.

El acuerdo que persiguen creará la mayor área de libre comercio del mundo, pero para consolidarlo tendrán que resolver sus diferencias en temas conflictivos como los intercambios de bienes agrícolas, servicios, inversiones, compras gubernamentales o indicaciones geográficas.

En el plano comercial, la mayor ambición de los cuatro miembros del Mercosur es incrementar el acceso al mercado europeo de productos agrícolas, lo que miran con recelo productores europeos, al considerar que la liberalización de los intercambios con países líderes mundiales en la elaboración de productos como carne puede perjudicar gravemente la agricultura comunitaria. Por su parte, la UE pretende principalmente lograr un mejor emplazamiento de sus manufacturas y mejores condiciones de negocio para sus empresas de servicios.

El Mercosur, que denuncia que la agricultura europea goza de demasiadas subvenciones, reclama además que el bloque europeo acepte un trato especial y diferenciado para sus economías más pequeñas (Paraguay y Uruguay). En cambio, la Comisión Europea también ha puesto de manifiesto obstáculos al comercio desde los países del Mercosur, en su informe anual sobre comercio internacional presentado el pasado febrero.

Ese documento alude a políticas proteccionistas y restricciones al transporte marítimo y a la exportación de materias primas por parte de Brasil y Argentina. En el caso de Brasil, la mayor economía suramericana, la Comisión denunció la discriminación fiscal a los fabricantes de vehículos producidos en el extranjero, así como el endurecimiento de los controles de aduanas sobre la importación de textiles. 

EFE