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La UE y el FMI examinan de nuevo a Portugal la próxima semana

La Unión Europea y el FMI empezarán la próxima semana su segunda evaluación trimestral de la economía de Portugal y el cumplimiento de las medidas comprometidas en el rescate financiero que le concedieron en mayo.

3 de noviembre de 2011

Fuentes oficiales lusas informaron hoy de que la misión de la llamada "Troika" (la UE, el FMI y el Banco Central Europeo) analizará la situación financiera lusa y sus perspectivas durante dos semanas, a partir del próximo lunes.

Lisboa ya ha sido objeto de otras dos evaluaciones, una de ellas previa, por la concesión del préstamo de 78.000 millones de euros que permitió al Estado luso evitar la bancarrota ante sus dificultades para financiarse en el mercado.

Las tres instituciones comprometidas en la ayuda a Lisboa cuentan además con un equipo permanente en Portugal que sigue de cerca la aplicación de las medidas de austeridad y equilibrio fiscal exigidas a cambio del préstamo, que se entrega en tramos y durante un periodo de tres años, en función del cumplimiento de las metas fijadas.

Portugal sufrió una primera evaluación posterior a la entrega de los primeros fondos, que concluyó a mediados de agosto y en la que la UE y el FMI consideraron adecuadas las medidas adoptadas por su Gobierno para reducir el déficit fiscal y sanear la economía.

El Gobierno conservador de Portugal que sucedió al Ejecutivo socialista tras las elecciones anticipadas de junio, anunció el mes pasado un refuerzo de las medidas de ahorro en la Administración y el sector público con los presupuestos para 2012, cuyos severos recortes han levantado duras críticas en la oposición de izquierda.

Pese a la ayuda financiera internacional que recibe desde mayo Portugal ha seguido acudiendo al mercado para financiarse con subastas de deuda a muy corto plazo, de alrededor de tres meses.

En la celebrada hoy pagó un interés ligeramente más elevado que en la anterior y aunque no logró llegar al montante máximo (1.500 millones de euros) vendió deuda a tres meses por 1.244 millones.

Los inversores exigieron a cambio una rentabilidad del 4,99%, unas centésimas por encima de la anterior emisión similar, hace apenas dos semanas.

Entretanto, la presión de los inversores crecía en el mercado secundario y las obligaciones lusas a dos años cotizaban por encima del 20 por ciento de interés, muy cerca de los máximos de julio pasado.


EFE