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La UE defiende el pacto de competitividad frente a las protestas sindicales

Los principales líderes comunitarios han defendido el pacto para aumentar la competitividad del euro como vía para crear empleo, mientras en Bruselas los sindicatos de la UE protestaban contra dicha estrategia, considerada un ataque a la Europa social.

24 de marzo de 2011

Bruselas - Los presidentes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, José Manuel Durao Barroso y Herman Van Rompuy, han reafirmado la validez del llamado Pacto por el Euro para reactivar la economía y paliar el desempleo, un plan que los líderes de los estados miembros prevén aprobar en la cumbre que se celebra hoy y mañana en Bruselas.

Esta estrategia, sin embargo, cuenta con la oposición frontal de los sindicatos europeos, que han organizado hoy una gran protesta en Bruselas para reclamar un plan centrado en el crecimiento y el empleo, más que en la vigilancia de la disciplina presupuestaria y en los recortes sociales.

La manifestación, que según fuentes policiales ha congregado a entre 12.000 y 13.000 personas procedentes de Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo y Holanda, es la tercera de escala comunitaria convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que amenaza con seguir llamando a la movilización "hasta que se oiga la voz de los trabajadores".

Así lo ha anunciado el secretario general de dicha organización, John Monks, quien ha afirmado que el Pacto por el Euro ha sido diseñado para "poner los salarios bajo presión" y "desmantelar aún más los derechos sociales", según dijo en su discurso ante los manifestantes.

Las divergencias sobre los efectos que esta estrategia tendrá sobre el mercado laboral se pusieron de relieve en la cumbre social tripartita celebrada esta mañana entre los líderes comunitarios, la CES, la patronal europea BusinessEurope y otros interlocutores sociales de la Unión Europea.

En alusión a las preocupaciones de los sindicatos, Barroso ha descartado que el pacto pueda permitir que Bruselas "determine los sueldos" en los países comunitarios, ya que se trata de "una competencia nacional, y nunca ha existido la idea de cambiarla".

No obstante, ha defendido que se discuta sobre productividad a nivel comunitario, ya que ésta "tiene un efecto en el crecimiento de Europa".

En cuanto a las protestas de hoy, Barroso ha afirmado que la gente "se está manifestando allí afuera por el cambio", y ha pedido "sensibilidad ante sus peticiones".

En la misma línea, Van Rompuy ha señalado que la UE "se toma muy en serio todas las preocupaciones de los trabajadores", y ha desmentido que el Pacto por el Euro "trate de desmantelar las prestaciones sociales".

Ambos han coincidido al destacar que el "objetivo final" de las medidas incluidas en el plan es "la vuelta al crecimiento económico y la creación de empleo".

Por su parte, el director general de la patronal europea, Philippe de Buck, ha expresado en rueda de prensa su respeto a las "legítimas preocupaciones de los trabajadores", aunque en su intervención en la reunión de esta mañana dijo que no podía entender "la hostilidad de los sindicatos" hacia el pacto.

A su juicio, el impulso a la competitividad es "el único camino" para promover el crecimiento y el empleo, por lo que los sindicatos "no deben bloquear reformas equilibradas e impedir una modernización necesaria de Europa".

Monks ha destacado "el énfasis de todas las partes" en la necesidad de reactivar el crecimiento y volver a crear empleo, pero reclamó "que no haya equivocaciones" en torno a estos retos.

"Los trabajadores europeos quieren mantener su modelo social y no aceptan la idea de que tengan que ser ellos los que paguen por una crisis en el mercado laboral que en realidad se gestó en los mercados financieros", subrayó el líder sindical europeo.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea prevén aprobar formalmente el Pacto por el Euro comunitario durante la cumbre que se celebra entre hoy y mañana, aunque ya fue consensuado durante la última cumbre, el pasado 11 de marzo.

 

(Efe)