Home

Noticias

Artículo

La economía brasileña da señales de fatiga

La expansión de la economía brasileña, que en el primer trimestre del año fue del 0,2 por ciento frente al periodo anterior, ha perdido fuelle afectada por la crisis mundial, el menor consumo interno y una industria debilitada por los tipos de interés y los costes de producción.

1 de junio de 2012

El ritmo del Producto Interior Bruto (PIB) está por debajo del pronóstico de instituciones públicas y privadas, que esperaban una expansión de entre el 0,3 y el 0,5 por ciento y pone en peligro la meta de crecimiento anual, inicialmente fijada por el Gobierno en el 4,5 por ciento.

Los resultados muestran que el PIB continúa con la tendencia de desaceleración registrada en 2011, año en el que creció el 2,7 por ciento tras haberse expandido el 7,5 por ciento en 2010.

"Los datos muestran una economía débil. El cuadro es extremadamente grave, está en estancamiento", dijo a Efe Julio Gomes de Almeida, consultor del Instituto de Estudios para el Desarrollo Industrial (IEDI).

Sin embargo, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, restó importancia al débil crecimiento trimestral y aseguró que "no ha habido ni aceleración ni desaceleración" respecto al último trimestre.

Mantega aseguró que en el segundo semestre las medidas de estímulo del Gobierno habrán tenido un impacto positivo que permitirán "alcanzar las tasas de crecimiento" que le gustaría al gobierno "para todo el año, en torno de 4 y 4,5 por ciento".

El flojo resultado del primer trimestre, que fue del 0,8 por ciento interanual, tiene sus raíces en el fuerte retroceso del 7,3 por ciento de la agropecuaria y la menor expansión del consumo, puntal de la economía brasileña.

El consumo de las familias aumentó un 1,0 por ciento en el periodo de referencia respecto al último trimestre de 2011 y un 2,5 por ciento en la comparación con el mismo período del año pasado.

Gomes de Almeida, que también es profesor de la Universidad de Campinas (Unicamp), consideró que el estancamiento del PIB trimestral se debe esencialmente a la escasa inversión.

"Es un estancamiento que procede de una retracción de la inversión. La estrategia es errónea, (el Gobierno) está incentivando el consumo. Si no hay incentivo a la inversión es como tapar el sol con las manos", declaró.

En su opinión, la desaceleración del consumo es una consecuencia de esa falta de impulso inversor y dijo que el estancamiento se ha extendido a otros sectores como el agropecuario y el de servicios, que creció un 0,6 por ciento y es un pilar de la creación de empleo.

Para Gomes de Almeida, se está produciendo la "generalización de un proceso que parecía solo de la industria" y que en la actualidad está "contaminando" otras actividades de la economía.

La industria de transformación creció un 1,9 por ciento en el trimestre respecto a los últimos tres meses de 2011 y registró una caída del 2,6 por ciento en la comparación interanual, según datos oficiales.

Economistas y empresarios coinciden en señalar que ese sector ve mermada su competitividad por los altos costes de producción, los elevados tipos de interés y la crisis que afecta con fuerza a los socios comerciales de Brasil.

"Nuestro problema industrial es grave porque es de competitividad", dijo el experto, quien sin embargo matizó que se empiezan a detectar "indicios de mejora" en ese segmento.

Esta misma semana el Banco Central anunció un nuevo recorte de tipos, que fueron fijados en el 8,5 por ciento anual, un nivel mínimo en Brasil.

El presidente de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), Paulo Skaf, consideró que la caída de los tipos es positiva pero rechazó que constituya la única iniciativa para mejorar la competitividad.

"Producir en Brasil es más caro de que en Estados Unidos, en muchos países de Europa y en nuestros vecinos de América del Sur", dijo Skaf.

Tras conocer los datos trimestrales, el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, precisó que la "demanda interna continuó siendo el principal soporte de la economía, con el consumo de las familias estimulado por la expansión moderada del crédito, por la creación de empleos y de renta".

En un comunicado, Tombini aseguró que los "sólidos fundamentos y un mercado interno robusto constituyen un diferencial de la economía brasileña" y añadió que a pesar del "complejo ambiente internacional" las perspectivas apuntan hacia la intensificación del ritmo de actividad económica. 

EFE