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La disputa sobre los textiles entre China y la UE sigue empeorando

El conflicto comercial entre la UE y China por las exportaciones textiles de éste país sigue agravándose rápidamente. Fuentes de la Comisión Europea señalaron ayer a mediodía que, probablemente, a final de la jornada las exportaciones chinas hacia el mercado europeo de tres productos -camisetas, sujetadores e hilo de lino- ya habrían superado la cuota máxima pactada entre ambas partes para lo que queda de 2005. Aunque no fuese así, el ritmo de exportaciones textiles de China hace prever que esas

23/8/2005
19 de agosto de 2005

El conflicto comercial entre la UE y China por las exportaciones textiles de éste país sigue agravándose rápidamente. Las exportaciones chinas hacia el mercado europeo de tres productos -camisetas, sujetadores e hilo de lino- ya habrían superado la cuota máxima pactada entre ambas partes para lo que queda de 2005. Aunque no fuese así, el ritmo de exportaciones textiles de China hace prever que esas cuotas máximas se superen hoy mismo o en los próximos días.



Dichos productos figuran entre las diez categorías textiles para los que la UE y China pactaron en julio unas cuotas. Otros tres productos de esa lista de diez -jerséis, pantalones y blusas- ya han superado las cuotas pactadas, por lo que muchas prendas enviadas por China están bloqueadas en los puertos europeos. Algunas empresas europeas que se dedican a la importación y distribución de ropa han alertado que esta situación podría llevar a un desabastecimiento de algunos productos.



Para buscar una solución, técnicos de los 25 países miembros de la UE se reunirán el jueves en Bruselas, aunque una portavoz de la Comisión Europea no descartó que se cambie la fecha dada la rapidez con la que evoluciona este conflicto comercial. No será fácil avanzar porque entre los 25 hay diferentes posturas.



Varios países, como Alemania, Dinamarca, Holanda, Suecia y Finlandia, han criticado en los últimos días el mantenimiento de cuotas a las exportaciones chinas. En cambio, los países europeos productores de textiles -España, Francia o Italia- defienden las restricciones.