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La crisis acentúa enseñanza doméstica en los hogares de EE.UU.

16 de marzo de 2009

Cuando la mala situación económica afectó al hogar de los Schneider en la zona central de Oregón, la dueña de casa, Colleen Schneider, decidió buscar un empleo a fin de contrarrestar la caída en el salario de su esposo. Pero pese a ello Colleen no puso fin a la enseñanza doméstica de sus tres hijos adolescentes.

La señora Schneider trabaja en las tardes. Por lo tanto, puede estar en su hogar para enseñar a sus hijos durante la mañana. La familia ha tenido que reducir los gastos. Hay más pizza congelada en la nevera, y menos salidas a restaurantes. Pero un empleo de nueve de la mañana a cinco de la tarde no era una opción. Pues eso le hubiera impedido seguir enseñando a sus hijos.

"Voy a pelear a brazo partido para continuar con la enseñanza doméstica", dijo Schneider, de 47 años, una devota católica que desea transmitir sus valores a sus hijos. "Esta es mi prioridad absoluta", añadió.

Otras familias a través de Estados Unidos están adoptando decisiones similares. Eso incluye a adolescentes que trabajan medio tiempo a fin de acrecentar los ingresos del hogar, padres despedidos de sus trabajos que comparten las labores de enseñanza, y madres que buscan empleos de medio tiempo con el objetivo de continuar educando a sus hijos en los hogares, pese a la crisis económica, la peor desde la Gran Depresión de la década del treinta.

Antes de la recesión, las filas de los estudiantes que recibían clases en sus hogares estaban creciendo a un promedio de un 8% anual. Las últimas cifras federales, de 2007, estiman que el total es de alrededor de 1,5 millones.

Aunque algunas familias están abandonando esas enseñanzas pues muchos padres y madres necesitan trabajar para sostener el hogar, es posible que la recesión en su conjunto represente un ulterior estímulo para la enseñanza doméstica, según padres y educadores entrevistados por The Associated Press.

Christopher Klicka, de Warrenton, Virginia, asesor de la Asociación de Defensa Legal de la Enseñanza Doméstica y quien enseña junto con su esposa a siete hijos, dijo que la crisis acrecentará el número de alumnos en ese sector. Klicka menciona entre las razones las exorbitantes matrículas de los colegios y universidades privados, y la reducción de presupuesto en las escuelas públicas.

"Muchas personas están considerando la enseñanza doméstica como una alternativa" ante las circunstancias económicas, dijo. Además de ser una enseñanza de bajo costo, señaló, fortalece los vínculos familiares.

En la Academia Allendale en Clearwater, Florida, que proporciona recursos para niños y jóvenes que estudian en sus hogares, la inscripción ha subido un 50% durante los dos últimos años. Hay ahora unos 900 alumnos, debido a que muchos estudiantes abandonan las costosas escuelas privadas, dijo la directora de la academia, Patricia Carter.

"Con frecuencia, uno de los progenitores ha perdido el empleo", dijo. "Eso hace imposible pagar matrículas de escuelas privadas. Y esos padres no desean enviar a sus hijos a escuelas públicas".

La academia cobra 65 dólares por año a fin de dar apoyo a estudiantes hasta el octavo grado, y 95 dólares a estudiantes de colegios secundarios. Las matrículas en escuelas privadas cuestan muchos miles de dólares al año.

En Southfield, Michigan, Abbey Waterman, una madre de ocho hijos, dice que ha logrado continuar la enseñanza doméstica de sus cuatro hijos más pequeños en buena parte gracias al respaldo financiero de los cuatro más grandes, que trabajan como ayudantes de golf, tocando guitarra, y en tareas de supervisión de alumnos.

En La Pine, Oregón, Colleen Schneider todavía intenta ajustarse a los desafíos que surgieron cuando un floreciente mercado de bienes raíces colapsó y los ingresos de su esposo como albañil quedaron reducidos a la mitad.

Al principio, intentó trabajar un turno de madrugada, en la empresa de comida rápida Subway, pero pronto, tuvo que optar por las tardes.

"Sentí que intentaban sacarme de mi hogar", dijo. "Cuando uno enseña a sus hijos en la casa, la mañana es un tiempo muy valioso. Usted saluda a sus hijos, los alienta a tener un horario ... De lo contrario, existe la tendencia a dormir más de la cuenta y a postergar las cosas".

Schneider espera dejar pronto Subway para trabajar como asistente en un hogar de ancianos, pero su propósito es continuar con la enseñanza doméstica.

"He visto demasiado bien provenir de eso, y no pienso cambiarlo ahora", dijo.

 

(AP)