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Japón busca cierre de reactores nucleares tras 40 años de uso

Japón solicitará en breve que todos los reactores atómicos sean cerrados después de 40 años de uso para mejorar la seguridad tras la crisis nuclear desatada por el tsunami del año pasado.

7 de enero de 2012

La preocupación por la antigüedad de los reactores ha ido creciendo porque las tres unidades en la planta de Fukushima Dai-ichi en el noroeste japonés que se fusionaron después del sismo y tsunami del 11 de marzo fueron construidas desde 1967.

Entre otros reactores de al menos 40 años se encuentran los de las plantas de Tsuruga y Mihama, en el centro de Japón, construidas a partir de 1970.

Muchos más de los 54 reactores en Japón alcanzarán la marca de 40 años en los próximos años.

El gobierno informó el viernes que planea introducir una ley en los siguientes meses que exige que los reactores dejen de funcionar después de 40 años. Actualmente, Japón no cuenta con un límite de años de funcionamiento.

El país planeaba ampliar su poder nuclear antes de la fusión atómica, pero desde entonces ordenó que los reactores sean sometidos a inspecciones de rutina y obtener la aprobación de la comunidad antes de que vuelvan a ser encendidos. Las nuevas restricciones significan que sólo seis reactores japoneses están funcionando actualmente.

El diario Asahi reportó el sábado que es posible que el país enfrente una escasez de energía si lleva a cabo la ley de los 40 años, la cual podría obligar a cerrar 18 reactores más para el año 2020 y otros 18 para el 2030.

La propuesta podría ser similar a la ley estadounidense que otorga licencias por 40 años y permite extensiones por 20. Este tipo de renovaciones se han entregado a 66 de 104 reactores nucleares en Estados Unidos.

Ese proceso ha sido tan rutinario que muchos en la industria ya están planeando ampliar las licencias para operar durante 80 o incluso 100 años.

El gobierno japonés ya decidió volver chatarra seis reactores en Fukushima Dai-ichi, donde los generadores de respaldo, algunos de ellos en sótanos, fueron destruidos por el sismo y tsunami del 11 de marzo, desatando la peor crisis mundial desde Chernóbil. El gobierno ha informado que tomará cuatro décadas desmantelar totalmente la planta. AP