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Instan a Obama a presionar a Hu por el yuan chino

Cuando el presidente Barack Obama se reúna este mes con su colega chino Hu Jintao probablemente recuerde a su invitado un viejo proverbio: Si debes US$10.000, tienes un problema; si debes US$10 millones, el problema lo tiene el prestamista.

11 de enero de 2011

Washington.- Estados Unidos debe a China al menos US$907.000 millones y debe sostener un diálogo cuidadoso con su mayor acreedor cuando el presidente chino visite la Casa Blanca el 19 de enero.

Obama quiere que Pekín permita que se aprecie su moneda, el yuan, lo que lo ayudaría a recortar el desempleo estadounidense mediante un aumento de las exportaciones a China.

China, cuya economía avanza fuertemente mientras la de Estados Unidos lucha por recuperarse, ha respondido criticando a Obama por las agresivas medidas fiscales y de política monetaria que dice podrían perjudicar sus inversiones al poner en peligro al dólar.

Obama anunció el mes pasado un plan de estímulo fiscal basado en recortes impositivos por US$858.000 millones, al tiempo que el banco central de Estados Unidos está inyectando otros US$600.000 millones a la economía.

Pero China también está atrapada en la trampa del dólar debido al tamaño de sus tenencias, lo que limita las opciones de diversificar sus reservas mediante la salida de bonos estadounidenses porque eso golpearía el valor de su cartera.

El presidente de Estados Unidos ha dejado claro que no se excusará por las medidas temporales que ha adoptado para impulsar el crecimiento y que han irritado a Pekín.

Los analistas dicen que Obama no debería retroceder de esta posición cuando se reúnan los dos líderes, y lo instan a que pase a la ofensiva en lo que respecta al yuan, que según funcionarios estadounidenses China mantiene artificialmente barato contra el dólar para promover sus exportaciones.

"Uno tiene que apretar la presión", dijo Fred Bergsten, director del Instituto Peterson para Economía Internacional, un grupo de análisis de Washington.

"Mi sensación es que hacia esto se encamina la administración, debido ampliamente a la frustración de que los esfuerzos por persuadir y usar razones suaves han dado muy pocos dividendos", dijo Bergsten, quien sostiene que China descaradamente manipula el comercio.

La Casa Blanca dijo que el tema del yuan estará sobre la mesa durante las conversaciones de Obama con Hu.

Molestia en Pekín

China tiene una posición diferente sobre el problema y ve como una amenaza el déficit estadounidense de US$1,3 billones y la política monetaria ultraflexible que impulsa la Reserva Federal.

Pekín dice que la decisión del banco central estadounidense anunciada en noviembre para la compra de US$600.000 millones adicionales en bonos del Tesoro debilitará inevitablemente al dólar, golpeando las tenencias chinas de bonos del Tesoro estadounidense y desestabilizando potencialmente su economía.

"El déficit fiscal y la deuda de Estados Unidos están creciendo y será muy difícil para el Gobierno controlar sus finanzas a un nivel sostenido donde no ocurra ni inflación ni depreciación del dólar", dijo Zhang Ming, de la Academia China de Ciencias Sociales, un importante cuerpo analítico del Gobierno.

"Si la Fed es demasiado flexible, me temo que se incrementarán las probabilidades de ambos problemas (inflación, depreciación del dólar) y perjudicará la estabilidad financiera de China", dijo.

Sostiene que Pekín trataría de alejarse del dólar en el mediano plazo. Ya el año pasado hubo evidencia de que China intensificó el ritmo de la diversificación de su cartera, comprando cantidades récord de deuda japonesa y de Corea del Sur y aumentando también las compras de bonos de España y Brasil.

Pero esto sólo se cumple en los márgenes. China simplemente tiene pocas opciones fuera del mercado estadounidense. Sus tenencias de deuda de Estados Unidos en realidad crecieron desde US$894.800 millones a comienzos del 2010 a US$906.800 millones hasta octubre, según muestran los datos más recientes.

Bergsten del Instituto Peterson dice que datos oficiales subestiman las tenencias de dólares de China, que podrían ascender hasta US$1,5 billones si pudieran ser contados con exactitud los bonos que se mantienen anónimamente por medio de terceras partes en los mercados internacionales de capital.

"Al poner en marcha su impresora de dólares, Estados Unidos también puso a nuestro país en una posición muy difícil", señaló un comentario de Huanqiu Renwu, una revista publicada por el Diario Popular, el periódico principal del Partido Comunista.

"Parte de ese dinero caliente fluirá a nuestro país, interrumpiendo el orden financiero y agravando nuestra inflación", agrego el comentario.

China dijo en junio que permitiría una mayor flexibilidad del yuan, pero desde entonces ha sido muy baja la apreciación contra el dólar. La moneda sólo ha subido cerca de 3,5 por ciento desde que dejó de estar atada al dolar en junio.

"Si yo estuviera aconsejando al presidente, le diría que vaya contra China y les pregunte por qué no cooperan con el escenario mundial", dijo Philip Levy, un académico del American Enterprise Institute en Washington. "Ustedes están preocupados por la inflación (...) Trabajemos juntos en esto", dijo Levy.

REUTERS