Home

Noticias

Artículo

Iberoamérica busca canjear deuda por educación

Expertos de un grupo de trabajo de seis gobiernos del sistema iberoamericano han adelantado que para avanzar en el canje se deben desarrollar mecanismos que aseguren que los fondos ahorrados se orientarán hacia proyectos educativos.

13/10/2005
30 de septiembre de 2005

El refrán "el que la debe la paga" no parece aplicarse necesariamente a algunos gobiernos. De manera particular, los de América Latina se han empeñado en que así sea.



En los años 80, de crisis por sus deudas externas, tomó fuerza la idea de no pagar lo que se debe. México la lideró. Le siguió Perú. Y más recientemente Argentina.



En un intento por encubrir la etiqueta de mal pagador, los gobiernos promovieron entonces la idea del canje, que implica dar y recibir, suavizando la imagen de recibir y darse a la fuga.



Países como Costa Rica promovieron el canje de la deuda por protección del medio ambiente.



El Fondo Monetario Internacional, FMI, trabaja desde fines de la década pasada en la iniciativa para los países altamente endeudados, que en la práctica es un canje de deuda por ciertas condiciones de gobierno.



En la Cumbre de Monterrey, México, sobre desarrollo económico en 2003, Estados Unidos lo dijo más claro: propuso la Cuenta Reto del Milenio para donar hasta 5.000 millones de dólares en 10 años a cambio de buen gobierno y economías abiertas.



Ahora, los países latinoamericanos están tocando las puertas de algunos acreedores de Europa, particularmente los del Club de París, para que se les condone parte de su deuda a cambio de programas de educación.



Ese será uno de los temas principales de la XV Cumbre Iberoamericana del viernes y sábado en Salamanca, España, cuyo documento final incluirá un pronunciamiento aun cuando sin llegar a señalamientos específicos.



El tema del canje es complejo y tiene sus opositores. Algunos acreedores lo consideran incluso como incentivo para un mal endeudamiento.



En el caso de Iberoamérica, el proceso lleva ya meses, pero cobró gestión formal en julio en una reunión en Toledo, España, en que los ministros de Educación acordaron traerlo a consideración de los presidentes.



Lo que saldrá de Salamanca es un impulso a un llamado Acuerdo iberoamericano por la educación como paso inmediato al proyecto del canje que requiere todavía de estudios más técnicos y de la participación de otros países acreedores, encabezados por España, en el Club de París.



Los beneficiados serían los deudores con menor nivel de renta y desarrollo humano, que se verían a su vez obligados a presentar proyectos viables como los que exige Estados Unidos a través de la Cuenta del Milenio.



Nicaragua, Honduras, Guatemala y Bolivia ya lo han hecho, en el caso de esa cuenta, y podrían ser también los primeros en beneficiarse de un acuerdo en el canje de deuda por educación.



Los presidentes iberoamericanos se han pronunciado ya en su cumbre del año pasado en San José, Costa Rica, sobre la necesidad de fortalecer el financiamiento de los procesos educativos.



Expertos de un grupo de trabajo de seis gobiernos del sistema iberoamericano han adelantado que para avanzar en el canje se deben desarrollar mecanismos que aseguren que los fondos ahorrados se orientarán hacia proyectos educativos.



La gestión pendiente será tarea de Enrique Iglesias, el nuevo secretario general del proceso iberoamericano, quien se encargará de las coordinaciones con gobiernos acreedores y de las potenciales sumas a condonar.



La idea, en principio, es que los fondos que vayan a la educación provengan de "donaciones" de los acreedores de una parte del monto adeudado por algún país, con el compromiso de que éste constituya una partida interna con recursos propios por el equivalente a un porcentaje del valor nominal de la deuda condonada.



Iglesias dijo que cuando menos tres países latinoamericanos estaban ya hablando con España sobre los términos de una negociación y se esperaba de la cumbre un pronunciamiento para que otros se unan al proceso.