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Geithner busca que EU tenga mayor peso en diálogos de zona euro

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, llegó a Alemania en el inicio de una visita de tres días a Europa para instar a las autoridades de la zona euro a que tomen medidas enérgicas para respaldar su unión monetaria y resolver la crisis de deuda.

6 de diciembre de 2011

Geithner presionará al presidente francés, a los nuevos líderes de España e Italia y al ministro alemán de Finanzas para que alcancen un acuerdo el viernes en la crucial cumbre de la Unión Europea que permita restaurar la confianza en los mercados, asegurando que ningún país del bloque caerá en moratoria de pago y que los bancos de la región seguirán siendo solventes.

Geithner ha realizado varios viajes a Europa en los últimos meses, en medio de inquietudes de que la crisis afecte a Estados Unidos.

A juzgar por los comentarios que ha realizado tanto Geithner como el presidente Barack Obama, el secretario del Tesoro puede sumarse a un creciente coro que exige que el Banco Central Europeo adopte medidas más decisivas para resolver la crisis.

La necesidad de llevar a cabo acciones fue subrayada por la advertencia hecha el lunes por Standard & Poor, que dijo que 15 de los 17 países de la zona euro se enfrentan ahora a una masiva rebaja de sus calificaciones si no llegan a un acuerdo satisfactorio en la cumbre de Bruselas.

El Gobierno de Obama está cada vez más preocupado de que la crisis en Europa se convierta en un golpe sustancial a la economía de Estados Unidos, deteniendo el aún débil crecimiento del empleo, y en una potencial arma letal para los planes de reelección de Obama.

La Reserva Federal se unió al Banco Central Europeo y otros bancos centrales la semana pasada para lanzar medidas que alivien la restricción de dólares en el sistema financiero, y tanto Obama como Geithner han sugerido la opción de que el BCE se convierta en el cortafuegos de los gobiernos europeos y del sistema bancario.

Esa idea es vista por muchos economistas como clave para cualquier solución global a la crisis, a pesar de la resistencia de Alemania.

Reuters