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G8 quiere destinar miles de millones de dólares a la sanidad en países pobres

Junto a los líderes de los países más ricos, estarán los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y Haití, René Préval, y el primer ministro de Jamaica, Bruce Golding, así como siete gobernantes africanos.

24 de junio de 2010

Toronto.- Los líderes del G8, que están decididos a destinar miles de millones de dólares para mejorar la salud materno-infantil en los países más pobres, comenzaron hoy a llegar a Toronto donde mañana celebrarán una cumbre, en la que también abordarán temas como la situación de Irán y Corea del Norte.

Además de acordar cómo conseguir la gran suma de dinero para acometer esa tarea, se espera que los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia, debatirán otros asuntos candentes de política internacional, como la situación de Irán y Corea del Norte. La presencia de Colombia, Haití y Jamaica es fruto de la preocupación del G8 por la amenaza que el narcotráfico y el crimen organizado representa para la democracia en el continente y los crecientes intentos de organizaciones criminales de implantarse en África y utilizar el continente como plataforma para sus actividades.

Además, en el caso de Colombia, altos funcionarios canadienses han destacado el papel clave que Álvaro Uribe ha jugado tanto en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo como en la liberalización económica y el hecho de que el mandatario colombiano abandonará pronto el poder, el próximo 7 de agosto. Precisamente Dimitri Soudas, portavoz del primer ministro canadiense, Stephen Harper, recordó ayer que el Parlamento canadiense acaba de aprobar un tratado de libre comercio con Colombia que se espera entre en vigor la próxima semana.

Canadá ha señalado que quiere que esta cumbre, que se celebrará en parte en la región de Muskoka, a unos 200 kilómetros al norte de Toronto, se concentre en "los aspectos en los que el G8 es más fuerte", especialmente en temas de desarrollo y seguridad. En el primer capítulo, se espera que la cumbre termine el sábado con la aprobación de la llamada "Iniciativa de Muskoka" en la que los países del G8 aprobarán miles de millones de dólares en ayuda para reducir el número de muertes que se producen durante el embarazo y el parto en los países más pobres del mundo.

Canadá ha señalado que, para ello, "buscará nuevas partidas" de sus socios en el G8.

Pero hoy, el director de la ONG Oxfam en Canadá, Robert Fox, dijo que los detalles que se han filtrado sobre la iniciativa señalan que los compromisos económicos de la "Iniciativa de Muskoka" serán "inferiores a lo necesario e incluirán el desvío de partidas comprometidas con anterioridad".

La iniciativa de desarrollo también ha causado polémica dentro y fuera del país por la decisión del Gobierno conservador canadiense de excluir la financiación de interrupciones del embarazo en los países en vías de desarrollo. El actor británico Bill Nighy, que actúa como embajador de Oxfam, afirmó hoy en Toronto que no entendía cómo el Gobierno canadiense puede negar el aborto a mujeres en los países en desarrollo cuando es una práctica legal en Canadá y que puede salvar la vida a miles de mujeres.

Las autoridades canadienses han rechazado las críticas y señalado que cada país es libre de financiar los programas de salud maternal que decida. Además, Ottawa reveló que ayer por la noche Harper y el fundador de Microsoft, Bill Gates, mantuvieron una conversación telefónica durante la que el filántropo estadounidense agradeció a Canadá su iniciativa en el G8 en materia de salud materno-infantil. Por su parte, Harper aplaudió a la Fundación Bill y Melinda Gates que recientemente anunció que destinará 1.500 millones de dólares para mejorar la salud de madres y niños en los países en vías de desarrollo.

En el capítulo de paz y seguridad mundial, el G8 tiene previsto discutir de forma extensa el tema del programa nuclear iraní, que Teherán insiste en que tiene propósitos pacíficos pero que los países occidentales temen sea para el desarrollo de armas nucleares. Canadá, que mantiene tensas relaciones con Teherán, quiere que el G8 mantenga la presión sobre Irán y ha señalado que está dispuesta a establecer nuevas sanciones que vayan más allá de las recientemente acordadas por la ONU.

En la agenda del G8 también se incluyen Corea del Norte, especialmente a raíz del hundimiento del navío de guerra surcoreano "Cheonan", y la situación en Afganistán y Pakistán.

 

 

EFE