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Futuro de TLCs con Perú, Panamá, Colombia incierto este año

Esa es la impresión que dejó el miércoles el senador Max Baucus cuando fue preguntado por reporteros si como presidente del Comité de Finanzas convocaría audiencias para empezar el proceso de ratificación cuando el Congreso retorne a sesiones en septiembre.

2 de agosto de 2007

Washington.- El debate de los tratados de libre comercio de Perú, Colombia y Panamá con Estados Unidos en el Senado en lo que queda del año está en la incertidumbre.

"Estoy en diálogo ahora con el gobierno y también con el presidente Rangel", contestó Baucus refiriéndose al congresista neoyorquino Charles Rangel, presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.

Requerido para que precisara su respuesta sobre si había posibilidad de que su comité convoque a audiencias este año, Baucus dijo: "Temprano es mejor que nunca".

"Hay muchos factores de por medio aquí", agregó. "Uno es que el presidente Rangel y el gobierno se pongan de acuerdo, y creo que es mejor que sigan manteniendo ese contacto y no voy a decir nada más para no ponerlo en riesgo".

Perú esperaba que su tratado empezara no sólo a recibir audiencias en los comités de Rangel y Baucus antes del receso que empieza el viernes sino que fuera aprobado por ambas cámaras. Su Congreso aprobó expeditivamente las enmiendas laborales y medioambientales propuestas por Rangel.

Pero Rangel está pidiendo ahora que esas enmiendas sean también plasmadas en leyes, contrario a la posición del presidente Alan García de aprobar las leyes cuando el tratado sea aprobado por el Congreso estadounidense.

Debido a que el caso, que Rangel espera abordar en un viaje a Lima y Panamá en los próximos días, sigue todavía irresuelto, el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, archivó momentáneamente el tratado peruano evitando su debate antes de agosto.

La situación con el pacto panameño dependía de cómo se resuelva el caso peruano aunque no se prevén dificultades.

El de Colombia sigue siendo el más difícil ya que Rangel y otros colegas han condicionado las audiencias a que el gobierno de Bogotá presente pruebas de mejoras de los derechos humanos y el control de la violencia en el país.

Los acuerdos con los tres países latinoamericanos fueron negociados al amparo de la ley de promoción del comercio, llamada también "fast track", que ya expiró el 30 de junio.

Baucus dijo que no había por el momento "una posición favorable" en el Congreso para renovar el fast track debido a que su propósito fundamental, de facilitar la apertura y éxito de la ronda de negociaciones de Doha para establecer nuevas bases del comercio mundial, "ha fracasado".

Rangel y en general los legisladores demócratas tienen un fuerte apoyo de sindicatos que a su vez ejercen una marcada influencia legislativa en ese bloque, que es mayoría en ambas cámaras. Los sindicatos se oponen a los tratados de libre comercio.

 

 

 

AP