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Funcionarios de Fed se comprometen a vigilar inflación

29 de febrero de 2008

Nueva York.- Las fuertes reducciones de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal fueron necesarias, pero el banco central deberá revertir el curso una vez que se restaure la calma en los mercados financieros, dijeron el viernes funcionarios de la Fed.

En una serie de discursos en Nueva York y Atlanta -un día después que el presidente de la Fed Ben Bernanke atajó preguntas incisas de miembros del Congreso preocupados por el avance de la inflación-, funcionarios de la entidad enfatizaron que no habían olvidado su responsabilidad en asegurar la estabilidad de precios.

"Más importante, cuando el seguro (de bajar las tasas) demuestre que ya no es necesario, removerlo prontamente y recalibrar la política a niveles apropiados reforzará y reiterará nuestro compromiso con las metas de estabilidad de precios y pleno empleo en el mediano plazo," dijo el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, en un discurso en Nueva York.

Los funcionarios de política monetaria deben actuar rápidamente si las condiciones del riesgo cambian rápidamente, advirtió Evans.

Su colega de la Fed de San Luis, William Poole, dijo que el banco central tenía buenas razones para bajar las tasas como respuesta al debilitamiento del mercado laboral y el malestar en el sector financiero, pero agregó que ignorar la inflación tenía graves consecuencias.

La Fed "debería dar prioridad al objetivo de inflación, porque si la inflación evoluciona mientras (la Fed) está concentrada en evitar una recesión, la consecuencia será demorar la recesión, pero no evitarla," dijo.

"Más probablemente, la demorada recesión en un escenario de creciente inflación y de altas expectativas inflacionarias será peor que la moderada recesión evitada en el futuro inmediato," afirmó Poole.

La Fed ha bajado las tasas de interés en 2,25 puntos porcentuales desde mediados de septiembre, en un esfuerzo por evitar una recesión provocada por la caída del mercado de la vivienda y las endurecidas condiciones del crédito.

Otro recorte de tasas es ampliamente esperado en la próxima reunión del comité que fija la política monetaria de Estados Unidos el 18 de marzo.

Mientras que Wall Street clama por rápidas bajas de tasas para apuntalar la alicaída economía, algunos economistas han comenzado a expresar preocupaciones por una firme y alta inflación que devora una creciente porción de los presupuestos familiares.

La medida de inflación favorita de la Fed, el índice de gasto subyacente de consumo personal, subió un 2,2 por ciento en enero en base anual, según datos difundidos el viernes. La cifra estuvo por encima de la llamada zona de tolerancia de la Fed, cuyo máximo es de cerca de dos por ciento.

Eso representa otra amenaza para el gasto del consumidor, que es parte vital de la economía estadounidense.

Las familias están agobiadas por las restricciones del crédito debido a que los bancos han endurecido sus condiciones para los préstamos tras sufrir pérdidas multimillonarias por deudas incobrables.

El gobernador de la Fed Frederic Mishkin dijo que las pérdidas por hipotecas malas habían causado una enorme restricción de los préstamos bancarios.

Esa preocupación fue repetida por el presidente de la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart, quien expresó su inquietud de que la pesada deuda en tarjetas de crédito y los precios más bajos de las viviendas y otros activos puedan contener el gasto.

Lockhart dijo que los recortes de tasas de la Fed deberían generar un crecimiento más fuerte en el segundo semestre del año, pero que los problemas del mercado financiero no desaparecerán hasta que se estabilice el mercado de la vivienda. Pero advirtió que no está claro cuándo sucederá eso.

El presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, dijo que tasas de interés más bajas probablemente lleven a tasas más bajas de liquidaciones o embargos de viviendas y reducirían algunas presiones en el mercado inmobiliario.

No obstante, afirmó que mayores bajas en los precios de las casas representarían una presión sobre las hojas de balance de los bancos. (Reporte de Alister Bull en Atlanta, Tim Ahmann y Lisa Lambert en Washington, y Gertrude Chavez-Dreyfuss y Mark Felsenthal en Nueva York; escrito por Emily Kaiser; editado en español por Luis Azuaje)


 

Reuters