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Frustran complot para dinamitar aviones entre EEUU y Gran Bretaña

Las autoridades británicas aseguraron hoy haber desarticulado una conjura para dinamitar simultáneamente varios aviones con rumbo a Estados Unidos, evitando "un asesinato en masa de escala inimaginable".

10 de agosto de 2006

La policía detuvo a 21 personas e indicó estar convencida de que fueron capturados los principales cabecillas de la conjura, que según un funcionario estadounidense ofrece todos los indicios de haber sido tramada por al-Qaida.

Las extraordinarias medidas de seguridad adoptadas en el principal aeropuerto londinense causaron repercusiones en el resto del mundo. Heathrow fue cerrado a la mayoría de los vuelos procedentes de Europa y la aerolínea British Airways canceló todos los vuelos entre ese aeropuerto y el resto de Gran Bretaña, Europa y Libia. Igualmente fueron cancelados numerosos vuelos entre Estados Unidos y Gran Bretaña.

En Washington, el secretario de Seguridad Interna, Michael Chertoff, dijo que no hay indicios de una conjura en Estados Unidos pero reconoció que las autoridades no pueden asumir que haya sido completamente neutralizada la trama terrorista en Gran Bretaña.

Chertoff dijo que la presunta conjura pareció haber sido tramada por al-Qaida, el grupo terrorista que realizó los ataques del 11 de septiembre del 2001 contra Estados Unidos.

"Fue (una trama) compleja, con muchos miembros y tenía carácter internacional", dijo Chertoff. "En muchos aspectos recordó una conjura de al-Qaida".

Pero agregó que "debido a que la investigación sigue en curso no podemos sacar aún conclusiones definitivas".

La British Broadcasting Corporation dijo que la policía evacuó viviendas en High Wycombe, una aldea situada a unos 50 kilómetros al noroeste de Londres, cerca de una de las casas allanadas por la fuerza pública, que se negó a confirmar la información o a divulgar detalles de los registros.

Los sospechosos estaban "radicados" en Gran Bretaña, aunque no fue aclarado si eran todos ellos ciudadanos británicos, dijo un agente que habló a condición del anonimato debido a lo delicado del caso. La policía trabaja estrechamente con los residentes de la zona provenientes del sur de Asia, agregó el informante.

El funcionario dijo que los conjurados pensaban atacar simultáneamente varios aviones en ruta a Estados Unidos.

"Creemos que este fue un complot extraordinariamente serio y estamos seguros de que hemos evitado un intento de cometer un asesinato en masa de escala inimaginable", dijo el comisionado adjunto de policía Paul Stephenson.

El primer ministro Tony Blair, que se encuentra de vacaciones en el Caribe, fue informado de la situación por el presidente estadounidense George W. Bush durante la noche.

El vocero de la Casa Blanca, Tony Snow, dijo que Bush fue también informado por sus ayudantes en su estancia de Crawford, en Texas, donde pasa las vacaciones estivales.

"Creemos que la conjura afectaba a vuelos de Gran Bretaña a Estados Unidos y fue una amenaza directa para Estados Unidos", insistió Snow.

Un funcionario estadounidense de contraterrorismo dijo que según estiman las autoridades decenas de personas, posiblemente 50, participaron en la conjura.

El plan consistía en que los pasajeros escondieran los explosivos en el equipaje de mano, indicó el funcionario. "No habían accedido aún al avión", aunque estaban a punto de hacerlo, agregó, e insistió que la conjura era "materialmente real".

Las autoridades redoblaron las medidas de seguridad en Gran Bretaña _ indicio de que era inminente un ataque terrorista _ y prohibieron el equipaje de mano en todos los vuelos transatlánticos.

Enormes filas se formaron en los controles de seguridad de Heathrow, y las autoridades prohibieron el transporte de todo recipiente con líquido, salvo las papillas para bebés y medicinas.

En Washington, el gobierno estadounidense emitió su alerta más elevada en la historia de la aviación comercial entre Gran Bretaña y Estados Unidos.

Al parecer, los terroristas habían seleccionado especialmente los vuelos de las aerolíneas United, American y Continental, dijeron dos funcionarios estadounidenses de contraterrorismo.

"La conjura consistía en abordar vuelos internacionales, potencialmente en ruta a Estados Unidos, con bombas que serían transportadas en los equipajes de mano para detonarlos en pleno vuelo", dijo un agente de espionaje. El funcionario agregó que los terroristas pensaban seleccionar vuelos con destino a los principales aeropuertos de Nueva York, Washington y California.

El secretario británico del Interior John Reid dijo que fueron detenidas en Londres, sus suburbios y en Birmingham 21 personas tras una prolongada investigación, incluyendo los "principales conspiradores". Además, continúan los registros domiciliarios en varias ciudades.

FUENTE: AP