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Francia defiende su plan automotor de las críticas de la UE

11 de febrero de 2009

París.- El Gobierno francés negó el miércoles que un paquete de rescate para sus agobiados fabricantes de autos viole las normas de ayuda estatal de la Unión Europea, diciendo que sólo deseaba proteger a su industria de la desaceleración económica.

Francia fue azotada por una lluvia de críticas de sus socios dentro de la UE tras anunciar esta semana un esquema para dar préstamo estatales por 6.000 millones de euros (7.800 millones de dólares) a Renault y PSA Peugeot-Citroen a cambio de que las empresas no cerraran plantas en Francia.

"No es proteccionismo. Es defender nuestra industria y defender nuestros empleos. Yo creo que es lo mínimo que uno puede esperar del Gobierno ante una crisis", dijo el ministro de Asuntos Europeos, Bruno Le Maire, a la radio France Info.

El primer ministro de Francia, Francois Fillon, viajará a Bruselas el jueves para defender el plan y Le Maire dijo que él visitaría un número de países de la UE la próxima semana para hacer lo mismo, incluyendo a la República Checa, que criticó con dureza el programa francés.

La Comisión Europea ha expresado preocupación legal sobre el plan francés y dijo que quería más detalles antes de decidir si lo aprobará.

Algunos funcionarios europeos han acusado a Francia de socavar el mercado único de la UE para evitar la inestabilidad laboral en su país, pero Le Maire dijo que tales críticas eran "exageradas". "Todos los países europeos enfrentados a la crisis están introduciendo el mismo tipo de medidas para evitar que la situación laboral se vuelva dramática y para asegurar que sus industrias no se debiliten demasiado", dijo.

Subrayando los problemas a que se enfrenta el sector automotriz, el segundo mayor fabricante en volumen de autos de Europa, Peugeot-Citroen, anunció el miércoles que en el 2008 registró una pérdida neta de 343.000 millones de euros (444.500 millones de dólares) y dijo que estimaba que permanecería en rojo hasta finales del 2010.

Otros estados de la UE, tales como Italia, han introducido medidas para frenar la disminución en las ventas de autos, pero Francia ha ido más allá que sus socios buscando ligar la protección del empleo a la ayuda.

El presidente Nicolás Sarkozy dijo la semana pasada que quería que los fabricantes de autos franceses trasladaran la producción de Europa del Este a Francia, y aunque no hay ninguna señal de que Renault o Peugeot planeen tal traslado, sus comentarios enfurecieron a algunos aliados.

La disputa ha mellado los esfuerzos de la UE para definir una respuesta coordinada a la crisis económica. Los ministros franceses buscaron suavizar las tensiones el miércoles, diciendo que París simplemente quería que sus industrias emblemáticas sobrevivieran a la desaceleración económica.

"Si a los tradicionales (fabricantes de autos) de los principales países no les va bien, entonces las cosas no van bien en la República Checa, en Eslovenia o en Rumania", dijo la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, a la señal Canal Plus.

Francia ha sido golpeada por la desaceleración en menor medida que muchos de sus vecinos, pero Sarkozy ha estado bajo extrema presión de parte de los sindicatos para que haga más para proteger sus empleos y salarios.

 

 

Reuters