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FMI: Crecimiento regional es muy bueno para durar

En 2003, la región salió de la recesión con un crecimiento del 2,2%. En 2004 pasó a 5,3%, el más alto en 25 años; y en 2005 a 4,3%, según el FMI que proyecta para diciembre de 2006 un cierre del año con 4,8%.

17 de octubre de 2006

Washington.- El crecimiento económico de América Latina, que aun con altibajos ha sido persistente desde 2003, "es muy bueno como para durar", según el principal economista del Fondo Monetario Internacional para la región.

"Este entorno positivo no va a durar para siempre", afirmó Anoop Singh, quien hasta su nombramiento en el cargo en 2004 era el especialista del Fondo en asuntos asiáticos. "Si uno mira lo que hay en Latinoamérica la pregunta que surge inmediatamente es: ¿será capaz de continuar creciendo?"

Singh considera que la tendencia actual del crecimiento latinoamericano se debe a condiciones internacionales "benignas", pero las dudas surgen en cuanto se discute la coherencia de las políticas que estaban siguiendo los gobiernos.

Latinoamérica como otras regiones ha tenido "algunas burbujas de crecimiento", pero cuando se comparan tendencias mundiales se descubre que ha sido "la región menos exitosa en el sostenimiento de esos periodos", dijo Singh.

"Los periodos de crecimiento regional siempre han terminado antes que los de otras regiones", comentó en una conferencia vespertina el lunes ante dirigente empresariales interesados en la región reunidos por la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

Indicó que hace más de medio siglo, casi coincidentemente con la creación del FMI y Banco Mundial, se tenía "la esperanza" de que el desarrollo económico de Estados Unidos tuviera "una convergencia" con el de América Latina.

"Esa convergencia no sólo no ha ocurrido... sino que Latinoamérica se ha convertido también en la región menos exitosa en acortar las diferencias entre sus economías, de manera que tampoco hay conexión dentro de sus propias economías", dijo.

En un intento de explicar por qué ha ocurrido de esa manera, Singh comparó los casos de otras regiones, particularmente el Asia, en que se ha tratado no sólo de captar inversiones, como en Latinoamérica, sino que "las inversiones sean productivas".

"Yo no veo cómo las economías podrían crecer sostenidamente sin esa combinación", dijo. "Ambos componentes necesitan ir de la mano".

Singh, que en sus investigaciones sobre temas latinoamericanos suele comparar persistentemente la región con el Asia, indicó que si se trata de averiguar el porqué de esa diferencia, la conclusión "es muy simple".

"La razón principal por la cual Latinoamérica no ha podido sostener una tasa alta de inversiones es porque ha sido, más que otras regiones del mundo, proclive a la volatilidad de las políticas macroeconómicas... y con ello quiero decir las crisis financieras periódicas", explicó.

Según el FMI, en la década entre 1988-1997 cuando se dio la primera oleada de crisis, América Latina sólo ha crecido un 2,9%. Al empezar la crisis asiática en 1997, el índice bajó a 2,3% en 1998; cayó a 0,5% en 1999; subió a 3,9% en 1999, cuando terminó la crisis asiática; cayó a 0,5% en 2001 y 0,1% en 2002 con los efectos de la crisis rusa y argentina.

Según Singh, si se tuviera que señalar el flanco más débil de Latinoamérica para encarar los vaivenes internacionales sería el de la "volatilidad fiscal", que se refleja en una disparidad de procedimientos para controlar el gasto discrecional.

Indicó que algunos gobiernos ya han emprendido acciones en ese campo --que en casos como el de Chile van más allá de una década atrás-- y que de seguir sosteniendo ese esfuerzo "se verá un crecimiento de las inversiones productivas" en el largo plazo.

 
AP