Home

Noticias

Artículo

Expectativa por manejo de la economía de Correa en Ecuador

Correa se ha mostrado contrario a lo que él llama el "bobo aperturismo" comercial y declaró que no firmará un tratado de libre comercio con Estados Unidos.

29 de noviembre de 2006

Quito
 
Los anuncios del presidente electo Rafael Correa de que no descarta una moratoria del pago de la deuda externa, y su proyecto de una mayor intervención del Estado en el sector privado, han causado preocupación y expectativas en el ámbito económico.

Ante ello, algunos análisis han mostrado su inquietud por posibles medidas que dicen mermarían desde ya la confianza de los inversionistas extranjeros y podrían perjudicar a ciertos sectores.

A pocas horas de conocerse extraoficialmente la victoria de Correa, sobre el magnate Alvaro Noboa, los titulares de prensa extranjera hablaron de un "nerviosismo" en los mercados financieros. Se registró una subida en el riesgo país y una caída en los papeles de la deuda ecuatoriana.

"No sé porqué están nerviosos. Como dije alguna vez: si están nerviosos que se tomen una valium (pastilla tranquilizante), qué más puedo hacer", dijo el martes Correa.

En las primeras declaraciones, Correa y sus más cercanos colaboradores han esbozado algunos aspectos de lo que será su manejo económico en algunos ámbitos.

En una entrevista con diario El Comercio publicada el miércoles, Correa señaló entre sus propuestas más importantes, cambios en el sector bancario y financiero.

Explicó que "pondremos un límite al monto de dinero que pueden poner fuera los bancos". "No podemos permitir que (los bancos) pongan hasta el 40 por ciento de los depósitos en el extranjero", sostuvo. También dijo buscará bajar las tasas de interés.

Correa, un economista de 43 años, también anticipó que serán revisados los contratos de explotación de petróleo, el principal producto de exportación, entre el Estado y las compañías privadas.

"No podemos permitir que de cada cinco barrilles (las compañías privadas) se lleven cuatro y nos dejen uno", afirmó.

El nuevo gobernante también ha dicho que "no excluimos una moratoria" de la deuda externa si las condiciones del país lo requiere. Dijo privilegiará el desarrollo social y económico sobre el servicio de la deuda que alcanza los 16.850 millones de dólares.

El analista económico Alfredo Arízaga explicó a la AP que el peso de la deuda pública y externa ha caído, "con el actual peso de la deuda sería ilógico que el nuevo gobierno se meta en un problema de esa magnitud".

"Es un absurdo que vayan a una moratoria de la deuda y a un enfrentamiento con los acreedores externos ... eso haría mucho daño al país, sostuvo.

Los anuncios de una posible moratoria "ya se están produciendo cierres de líneas de créditos en el exterior y a esto se suma la incertidumbre, y fuga de depósitos. Existe un alto riesgo de que volvamos a atravesar por una crisis financiera", advirtió.

Añadió que una medida "que puede ser altamente peligrosa" es el anuncio de que el gobierno buscará el retorno de capitales de los bancos nacionales al país.

Los bancos "necesitan tener esas reservas de liquidez de esa magnitud y la necesitan tener fuera del país justamente para poder enfrentar eventuales cierres de líneas de créditos o retiro importantes de depósitos", argumentó Arízaga.

El nuevo gobierno anunció que mantendrá el sistema de dolarización que rige en el país desde el 2000 y su desafío será sostenerlo y fortalecerlo con su manejo económico.

El único cargo público de Correa fue como ministro de Economía, en el gobierno de Alfredo Palacio, durante cuatro mese.

Desde ahí mostró un manejo ordenado de la economía, pagó puntualmente la deuda externa y logró la aprobación de reformas del campo petrolero que generaron mayores recursos para el Estado, destinados a inversión social y productiva.

Correa asumirá el cargo el 15 de enero. Según las estimaciones, el país tendrá un crecimiento del 4,3% y una inflación anual del 3,3%, un superávit primario del 2% del producto interno y con excedentes monetarios derivados del sector petrolero que llegan a 1.983 millones de dólares.
 
AP