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Ex empleada Stanford advirtió el fraude en el 2003

27 de febrero de 2009

(WASHINGTON) Una ex empleada del grupo Stanford dijo en el 2003 a organismos de control que la firma estaba involucrada en operaciones financieras ilegales, cinco años antes de que reguladores la acusaran de un masivo fraude.

Leyla Basagoitia, quien fue despedida de Stanford Group Company en el 2002, dijo a una comisión que la firma estaba involucrada en un fraude, según un documento publicado en el sitio web de la Autoridad de Regulación de la Industria Financiera (FINRA, por su sigla en inglés).

La Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC por su sigla en inglés) acusó este mes al magnate Allen Stanford y a tres de sus empresas de vender fraudulentamente certificados de depósitos de alto rendimiento por US$ 8.000 millones .

En el 2003, Basagoitia y Stanford Group Company estaban intentando resolver una disputa a través de un foro de arbitraje manejado por el organismo que precedió a FINRA.

En ese entonces, Basagoitia dijo al panel de arbitraje que antes de aceptar su posición en la firma ella enfatizó que su intención no era asignar los fondos de sus clientes al banco offshore de Stanford Group, Stanford International Bank (SIB).

El SIB, con sede en Antigua, es el principal blanco de la acusación de la SEC.

La mujer sostuvo que la firma estuvo involucrada en un esquema para estafar a sus clientes, donde los primeros inversores recibían un pago con el dinero de los inversores más recientes, conocido como esquema Ponzi.

Basagoitia dijo que sus clientes eran principalmente ciudadanos extranjeros en América Latina y que ella creía que las inversiones serían de naturaleza arriesgada.

La ex empleada sostuvo que su reticencia a impulsar el banco offshore y sus productos terminó resultando en su expulsión de la empresa.

Cientos de inversionistas en América latina esperan que avance la investigación de la SEC para saber donde está el dinero que confiaron a Stanford a través de filiales en la región.

El país con mayor exposición es Venezuela, donde inversionistas habría llevado a Stanford más deUS$ 2.000 millones .

Allen Stanford fue notificado de la demanda de la SEC pero no hay cargos criminales en su contra y sigue en libertad, aunque ha entregado su pasaporte.

El jueves por la noche autoridades estadounidenses hicieron el primer arresto en el caso tras acusar a la directora de inversión Laura Pendergest-Holt de obstrucción.

Pendergest-Holt hizo una presentación inicial en la corte ante un magistrado federal en Houston, y la ejecutiva dijo que mintió a los investigadores de la SEC en febrero cuando le consultaron sobre su rol en una de las carteras de inversión del grupo.

Tras los bienes de Stanford


Mientras tanto, en Antigua el Senado se preparaba el viernes para aprobar una iniciativa del Gobierno que incauta tierras de Stanford.

El Gobierno acelera la toma de más de 250 acres de tierras del magnate antes de que lo haga el síndico nombrado por la corte de Estados Unidos que sigue el caso.

Las propiedades de Stanford en la isla, que incluyen mansiones y grandes desarrollos inmobiliarios, son vistos como un botín que le permitirían al Gobierno del pequeño país mitigar el efecto del fraude en su economía.

 

 

(REUTERS)