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Evo Morales dice que dejaría el poder en este momento si dependiera de él

El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que si dependiera de él se iría en este momento del poder porque no tiene ambiciones personales, familiares, ni económicas, al afirmar que la oposición pierde su tiempo al tratar de desgastarlo.

6 de agosto de 2011

El mandatario habló del asunto durante un discurso para conmemorar en la ciudad sureña de Sucre, capital constitucional de Bolivia, el aniversario número 186 de la fundación del país, donde dijo que la oposición "en vano se ocupa" de intentar afectarlo políticamente.

"Por mí, me fuera (iría) en este momento. Qué más tengo, no tengo nada y no perjudica nada a Evo Morales (...) No tengo ninguna ambición económica, personal, familiar", afirmó en un discurso pronunciado ante los legisladores.

Insistió en que la oposición y otros sectores críticos, que incluso están en los sindicatos, "se equivocan" al intentar dañar su imagen políticamente porque después de ser presidente no tiene otras metas y puede retornar a trabajar la tierra como campesino.

"Dicen: aquí hay que desgastar al indio para desgastar a este proceso, para parar este proceso. Este proceso no es de Evo Morales, (es) especialmente de los movimientos sociales, pueden afectar al Evo Morales pero no van a parar a los movimientos sociales", dijo.

Morales, que gobierna Bolivia desde enero de 2006, tiene una desaprobación del 53 % y un respaldo del 35 %, según una reciente encuesta en las cuatro principales ciudades del país, difundida por la prensa a fines de julio pasado.

Afronta actualmente críticas por una reforma al sistema judicial que, según la oposición, le permitiría tomar el control de ese poder, pero también es objeto de reclamos de etnias amazónicas que protestan contra una carretera que atravesará un parque natural.

En su discurso, Morales también pidió a los dirigentes sindicales que le critican que no sean "instrumentos de neoliberales" ni de los "agentes internos del imperialismo, ni del capitalismo".

Además señaló, como hace un año atrás, que el narcotráfico, el contrabando, la corrupción y la inseguridad ciudadana aún son "debilidades" de su gestión, pero aseguró que las están combatiendo.

Destacó la destrucción de unas 6.000 hectáreas de plantaciones ilegales de coca en lo que va del año mediante la concertación con los productores de la planta, lo que, a su juicio, es "el mejor aporte del movimiento campesino" a la lucha contra el narcotráfico.

Pidió a Estados Unidos y Europa asumir su "responsabilidad" en la lucha antidrogas conjunta y ayudar a Bolivia con tecnología "para enfrentar con mayor eficacia y rapidez el narcotráfico".

También comparó los resultados económicos logrados en más de cinco años de gestión con el quinquenio precedente para destacar que la economía boliviana mejoró con sus políticas de "nacionalización" de los recursos naturales y redistribución de ingresos.

(EFE)