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Evaluaciones bancarias en EE.UU., mermadas por supervisión pública

6 de mayo de 2009

(WASHINGTON) El secretario del Tesoro Timothy Geithner indicó en febrero que someter a los principales bancos del país a "evaluaciones especiales" era una medida vital para restaurar la solidez del sistema financiero.

Empero, ya que los resultados serán difundidos el jueves, los detractores sostienen que los reguladores parecen empeñados en evitar hacer declaraciones que puedan minar la confianza del público en los bancos, pese a que con ello podrían restar credibilidad a las propias evaluaciones.

Los reguladores insistieron que ninguno de los 19 bancos será autorizado a quebrar. Ello descarta cualquier declaración oficial que pueda asustar a los inversionistas.

En consecuencia, los detractores de las evaluaciones sostienen que los resultados no aportarán análisis específicos ni medidas punitivas que necesitan los bancos para volver a prestar y alimentar la recuperación económica.

El conocimiento público de las evaluaciones "niega por completo su utilidad", porque los reguladores saben que unas pruebas más duras harían peligrar la solvencia de los bancos ante posibles corridas, opinó Jaidev Iyer, ex gerente de riesgos de Citigroup Inc. que trabaja ahora para una entidad sin fines de lucro dedicada a analizar riesgos bancarios.

Las evaluaciones de los 19 bancos más importantes son la piedra angular del plan de la Casa Blanca para estabilizar el sistema financiero.

Las evaluaciones consideraron la posibilidad de un desempleo de 10,3% y una contracción del 22% en el precio de la vivienda en los próximos dos años, condiciones no muy diferentes a las actuales, por lo que algunos especialistas ponen en duda la utilidad de las pruebas con parámetros tan benignos.

Por ahora, los inversionistas no parecen haberse preocupado con la noticia de que las evaluaciones descubrieron que algunos bancos deberán aumentar su capital para absorber posibles pérdidas futuras.

Unos cuantos entre los 19 bancos, incluyendo el Bank of America Corp. (BofA), Citigroup Inc. y Wells Fargo & Co., necesitarán más capital según los primeros análisis, dijeron varias fuentes a The Associated Press.

Al mediar la jornada en Wall Street, las acciones de Bank of America Corp. subieron 81 centavos (US$7,5 a US$ 11,65) .

El diario financiero The Wall Street Journal y el The New York Times informaron el miércoles que el descubierto de capital del Bank of America asciende a US$35.000 millones , lo que potencialmente haría de BofA, con sede en Charlotte, Carolina del Norte, el que más infusión de capital necesita.

Bank of America se negó a comentar ambas informaciones y el Departamento del Tesoro hizo lo mismo.

Bank of America ha sido uno de los bancos más castigados por la crisis crediticia y la recesión. Ha recibido más de US$45.000 millones de los contribuyentes estadounidenses y fue muy criticado en los últimos meses por haber adquirido la firma corredora de acciones Merrill Lynch.

El Bank of America podría cubrir el descubierto de US$34.000 millones de diversas formas, entre ellas transformar una parte del capital aportado por el gobierno federal en acciones comunes.

Empero, el director administrativo del Bank of America J. Steele Alphin dijo en el artículo del New York Times que el banco tendría múltiples alternativas para recaudar capital antes de tener que transformar fundos del erario en acciones comunes, lo que mermaría el valor de las inversiones aportadas por el resto de los accionistas.

En la actualidad, el gobierno tiene acciones preferenciales en el Bank of America con el dinero del contribuyente. Ese tipo de acciones son esencialmente un crédito que obtiene un copioso dividendo. Convertir ese dinero en acciones comunes ampliaría la base accionaria del banco para diluir el impacto si siguen aumentando los impagos crediticios y las consiguientes pérdidas debido a la recesión.

Además, el Bank of America no tendría que pagar ese cuantiosos dividendo al gobierno, y el dinero podría ser destinado a cubrir potenciales pérdidas.

Hablar en público sobre las evaluaciones, empezando por la Casa Blanca, hizo imposible que los reguladores fueran tan francos como hubiesen deseado, opinó el abogado Bradley Sabel, un veterano supervisor bancario de la Reserva Federal en Nueva York y que trabaja ahora en el bufete de Shearman & Sterling.

"Creo que tienen un gran valor mantener confidenciales las discusiones entre los bancos y los inspectores", insistió.

El temor a desatar el pánico del mercado o una corrida a los bancos harán que los reguladores seguramente no obliguen a esas entidades a realizar cambios drásticos en sus operaciones e inversiones, dijo Sabel.

El inversionista multimillonario Warren Buffet formuló una observación similar el fin de semana. Indicó que las evaluaciones se centraron en la deuda de los bancos, no en si sus operaciones son básicamente sólidas.

 

 

(AP)