Home

Noticias

Artículo

Estudio de Visa destaca potencial de segmento de remesas en América Latina

En el 2005, el mercado de remesas alcanzó los US$52.000 millones, lo que significó un incremento del 15% en relación al año anterior.

4 de septiembre de 2006

Miami.- Un reciente estudio de Visa International, Región América Latina y Caribe reveló el potencial de bancarización de los receptores de remesas, así como el interés de los mismos en establecer relaciones más productivas con instituciones financieras. 

“Los volúmenes y la constancia del flujo de remesas han incrementando el potencial de consumo de los receptores, constituyendo un escalón importante en el proceso de bancarización”, comentó José María Ayuso, Vicepresidente Ejecutivo de Visa International, Región América Latina y el Caribe.
 
“Visa ha sido pionero en el desarrollo de productos para los beneficiarios de remesas, como es el caso de Visa Giro, una solución por la cual el receptor recibe los fondos en una tarjeta de pago conveniente y segura, en vez de en dinero en efectivo”.

La investigación realizada incluyó entrevistas con beneficiarios de Ecuador, El Salvador, México y Republica Dominicana; así como remitentes ubicados en Estados Unidos y España. Las remesas que ingresan a los últimos tres países lo hacen desde Estados Unidos, a diferencia de Ecuador, donde los ingresos son predominantemente de España.

Principales hallazgos incluyen interés de receptores de remesas por ingresar al sistema bancario

- Aproximadamente el 50% del volumen de remesas a la región se distribuye mediante instituciones financieras, pero sólo un 11% es recibido en cuentas bancarias, debido a que el resto se distribuye en efectivo. Esto demuestra que si bien hay participación de las instituciones financieras, los receptores aún no están recibiendo los beneficios de la bancarización.

- El 56% de los encuestados expresó interés en establecer alguna relación formal con el sistema financiero. Así mismo, un 70% mostró una actitud favorable hacia los bancos.

- La remesa no constituye el único ingreso familiar. Casi la mitad de los beneficiarios tienen empleos de medio tiempo o jornada completa, y para el 52% las remesas representan una cantidad suplementaria; sólo uno de cada ocho beneficiarios la considera como su única fuente de ingresos.

- Un 15% de los beneficiarios ahorra o invierte el dinero que recibe porque esa entrada aumenta sus ingresos en un 50%.

- El uso más frecuente incluye: compra de bienes de consumo, desarrollo de un negocio, ahorro en moneda extranjera o local, pago de deudas, así como la adquisición de ciertos lujos, tales como viajes.

- El nivel de solvencia, potencial de consumo, ahorro e inversión son mayores entre los beneficiarios de remesas que entre personas de nivel socioeconómico similar que no las reciben. En casi la mitad de los casos se trata de gente económicamente activa.

- Un 24% de los remitentes entrevistados lleva entre 10 y 15 años fuera de su país y continúa enviando remesas periódicamente, lo que demuestra la consistencia a largo plazo de este negocio.