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España dice adiós al placer de fumar en los espacios públicos cerrados

Fumar ya no será un placer en España a partir de este domingo, al menos no para aquellos fumadores a los que les gustaba disfrutar de un cigarrillo acompañando a un café y con el aperitivo en un bar, o tomando una copa después de comer en un restaurante.

1 de enero de 2011

Madrid - La entrada en vigor mañana de la nueva Ley Antitabaco, aprobada por el Parlamento español el pasado 21 de diciembre, obligará a los amantes de la nicotina y el alquitrán a buscar espacios alternativos para consumir lo que el 70%  de sus compatriotas consideran 'malos humos'.

La nueva norma parece decir que, a partir de ahora, si usted quiere fumar, fume, pero en su casa, o al menos en lugares al aire libre donde no pueda perjudicar a nadie con las 4.500 sustancias tóxicas con las que el tabaco contamina el aire y que cada año matan a 5.000 fumadores pasivos en España.

El 2011 es el año en el que lo no fumadores se han impuesto a los fumadores, y lo han hecho arropados por profesionales sanitarios y sociedades científicas que han luchado desde julio de 2009 junto a las ministras de Sanidad españolas Trinidad Jiménez, ahora responsable de Exteriores, y Leire Pajín, actual titular.

Fumadores, empresarios y hosteleros se niegan, a pesar de todo, a aceptar la prohibición apoyándose, entre otras cosas, en que la ley de 2006, que permitió la creación de pequeños espacios reservados a los fumadores, no logró reducir el tabaquismo, ya que un 32 por ciento de la población española todavía fuma.

Para 2011, la Federación Española de Hostelería vaticina en el sector una caída del 10 por ciento de la facturación y 150.000 desempleados.

Sin embargo, el Instituto de Estudios Económicos (IEE) calcula que se perderán 50.000 puestos, una cifra que supone rebajar casi en dos tercios las estimaciones de los hosteleros.

El descenso de las ventas de la hostelería y la restauración, dice el IEE, será de entre un 5 y un 10 por ciento, con 7.000 millones de euros (unos 9.400 millones de dólares) de ingresos menos respecto a las cifras de 2009.

La Unión de Estanqueros españoles considera que, además, con la nueva Ley se abrirán de par en par las puertas al tráfico ilícito de tabaco, debido a la demanda insatisfecha de cigarrillos por la reducción de 60.000 máquinas expendedoras.

Frente a ellos, las más de 40 entidades del sector sanitario que integran el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo en España alegan que los pronósticos de pérdidas "no son creíbles" puesto que "los cocina la industria tabaquera".

Lo cierto es que la nueva Ley Antitabaco coloca a España en la órbita de los países de la Unión Europea (UE) más restrictivos con el humo de los cigarrillos.

Con la nueva norma, España se suma a los otros estados europeos, como Gran Bretaña, Irlanda y Chipre, en los que está prohibido fumar en todos los espacios públicos cerrados.

La nueva legislación iguala a los españoles a los más de 200 millones de personas que viven en países de Europa donde no se puede fumar prácticamente en ningún espacio público cerrado.

A partir de mañana, en España, sólo podrán hacerlo las personas que se encuentren en establecimientos penitenciarios, centros psiquiátricos de media y larga estancia y centros de mayores o de personas con discapacidad, siempre que sea en las zonas exteriores de los edificios o en salas habilitadas al efecto.

Los hoteles podrán reservar hasta un 30 por ciento de habitaciones para fumadores, pero éstas deberán ser siempre las mismas y estar separadas del resto.

Por contra no se podrá fumar en los recintos de los parques infantiles, en las puertas de los centros sanitarios, ni en los accesos inmediatos a los edificios de las universidades.

Con esta Ley se prohíbe también a los medios de comunicación que emitan imágenes en las que los presentadores, colaboradores o invitados aparezcan fumando y mencionen o muestren, directa o indirectamente, marcas o nombres comerciales.

EFE