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El Papa agradece a Dios que viaje a Turquía salió bien

El pontífice en su misa de víspera de Año Nuevo además oró por la paz y justicia mundiales en el 2007.

31 de diciembre de 2006

Ciudad del Vaticano- El papa Benedicto XVI agradeció a Dios el domingo por las bendiciones que recibió durante el año, especialmente por su regreso seguro de Turquía a donde viajó en medio de una amplia controversia por unas declaraciones suyas sobre el islam.

"Aquello que es imposible para el hombre se hace posible para aquellos que creen", expresó Benedicto en su homilía en un servicio de oración del último día del año en la Basílica de San Pedro.

Rezó por "la paz, el bienestar, la justicia".

Las voces de niños y adultos se fusionaron en un himno de alabanza mientras el Coro Sixtino interpretaba en la abarrotada basílica en la última ceremonia pública de papa de este año.

El Papa dio gracias por "todos los beneficios que el Padre Eterno nos ha conferido durante el último año", y añadió: "Dejen que uno cante en la esperanza cierta del bien futuro".

Su peregrinación a Turquía entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre fue motivo de gratitud personal.

La misión fue planeada como una oportunidad de reforzar los lazos cristianos y acercarse a la pequeña comunidad cristiana de Turquía.

Pero tras un discurso el 12 de septiembre en Alemania que enojó a muchos musulmanes con comentarios sobre el islam y la violencia, el peregrinaje se volvió una prueba sobre la habilidad del Vaticano para enmendar sus lazos con el mundo musulmán, y se montó un impresionante operativo de seguridad para proteger al pontífice en la nación de abrumadora mayoría musulmana.

Poco después de su aparición del 12 de septiembre, el Papa se lamentó de su discurso, en el cual citó la opinión de un emperador bizantino del medievo y enfatizó que no reflejaba su propia opinión.

"Recordando aquella visita inolvidable, ¿cómo podría no expresar mi gratitud filial a la Santa Madre de Dios por la protección especial que me concedió en aquellos días de gracia?", expresó el pontífice.

Refiriéndose a la celebración de Año Nuevo, Benedicto dijo que tales "ritos" sociales tienen como fin principal el entretenimiento, "a menudo realizado como escape de la realidad, casi para exorcizar aspectos negativos" y para desear "fortunas poco probables".

La Iglesia Católica dedica el 1 de enero a la paz mundial, y se espera que dicho tema figure prominentemente en la homilía de Benedicto en la misa de Año Nuevo la mañana del lunes.

AP