Home

Noticias

Artículo

El futuro del Protocolo de Kioto abre interrogantes en la Cumbre de Cancún

El Protocolo de Kioto, el único tratado de reducción de emisiones vinculante que existe actualmente, ha perdido apoyos en Cancún, donde Japón no quiere una segunda fase del mismo y otros de sus compromisarios, como la Unión Europea (UE), quieren cambios de fondo para que permita ampliar sus recortes.

2 de diciembre de 2010

Cancún.- Desde su lanzamiento en 1997, el tratado generó descontento, especialmente en E.U., que nunca lo ratificó, y en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático que se celebra en Cancún (México) se trata de actualizarlo para intentar salvar algunos de los instrumentos que se pueden mejorar, como los mecanismos de desarrollo limpio (MDL).

En Cancún, Japón ha tomado ya distancia de una segunda fase del protocolo que se adoptó hace 13 años en Kioto pero no de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), que busca estabilizar las concentraciones de gases contaminantes en la atmósfera.

La postura japonesa implica que más allá de 2012, cuando expira el Protocolo de Kioto, debe haber mejoras y compromisos de todos, especialmente de China, para la cual congelar la segunda fase plantea problemas.

"(El protocolo) es el pilar indispensable del sistema. Si colapsa, creo que las consecuencias se sentirán en la arquitectura" del cambio climático, señaló el jefe de los negociadores de China, Su Wei, el miércoles.

En la XVI Conferencia de las Partes de la ONU sobre Cambio Climático (COP16), Su Wei consideró el tratado "clave del régimen climático actual", que hasta el momento compromete nada más a los países más avanzados en los recortes de gases causantes del efecto invernadero (GEI).

"Es uno de los elementos cruciales para al éxito en Cancún. De otro modo, si hablamos de descontinuar el protocolo, no creo que nos moveremos ningún paso adelante", dijo Su Wei a la prensa.

La Alianza de los Pequeños Estados Isla (AOSIS), que aglutina a 43 pequeños países insulares, entre ellos los que más riesgo de padecer un efecto por el alza del nivel del mar tendrían, ha expresado ya su disgusto con que las negociaciones en torno al futuro del Protocolo de Kioto "estén progresando muy lentamente", según una declaración a la que tuvo acceso Efe.

Creen que hay que ser más ambiciosos en Cancún en busca de medidas que permitan alcanzar el compromiso logrado en Copenhague hace un años de que las emisiones de gases causantes del calentamiento global (GEI) alcancen un máximo en 2015.

La Unión Europea (UE) terció hoy en el asunto y se situó a medio camino entre Japón y los países en desarrollo.

"Estamos dispuestos a considerar un segundo período de compromisos pero sólo si es UE y con el resto del mundo" y el compromiso que se logre "pueda asegurar que habrá acciones para solucionar el problema climático", indicó Peter Wittoeck, portavoz europeo en Cancún.

Los Veintisiete creen que en la COP16 se puede "salir de la encrucijada" entre las dos posiciones, con compromisos vinculantes para los más desarrollados en las negociaciones y, a la vez, con "un marco de acción en países en desarrollo" que les ponga en camino de recortes de las emisiones, si fuera necesario.

Además, la UE señala que es necesario "mejorar la integridad medioambiental" del protocolo, cuyas reglas y mecanismos, como los mercados de carbono, no están funcionando todo lo bien que podrían.

Uno de los países de referencia en Cancún, Brasil, está muy atento a lo que suceda con Kioto-2, y teme que una falta de acuerdos sobre nuevos compromisos y acciones de los países más y menos desarrollados respectivamente, conduzca a un fracaso en la COP16.

"Hay países renuentes a comprometerse en esa área, pero la resolución de ese problema es fundamental para que Cancún tenga un resultado positivo", declaró al respecto el negociador jefe brasileño, Luiz A. Figueiredo.

El país latinoamericano apoya un segundo período de Kioto en el que se establezcan metas de reducción de emisiones de entre el 25% y 40%, frente a los niveles de emisión de 1990, como recomienda el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por su sigla en inglés).

 

EFE