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Eje Argentina-Brasil-Venezuela en cumbre energética

Las posibilidades de exportación (de gas) de Venezuela, serían superiores a los 100 millones de metros cúbicos por día.

19/1/06
16 de diciembre de 2005

Se espera que en el encuentro entre los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y Néstor Kirchner, que tiene lugar hoy, jueves, en la Granja del Torto (Brasil), se definan las condiciones del gasoducto de más de 7.000 kilómetros que partiría desde la costa caribeña venezolana hasta Argentina, pues aunque los ministros de Energía de los tres países ya se reunieron en Caracas, aún se desconocen los detalles de construcción y financiamiento de la obra, cuyo costo se estima en US$20.000 millones.

El subsecretario general para América del Sur de la cancillería brasileña, José Eduardo Martínez Felicio, afirmó que el proyecto está en una etapa muy preliminar para que se pueda hacer cualquier tipo de afirmación, pero las posibilidades de exportación (de gas) de Venezuela, serían superiores a los 100 millones de metros cúbicos por día.

Si se parte de que al menos el 50% del consumo interno de Brasil es abastecido por Bolivia, Martinez destacó que la gran cantidad de gas venezolano que está ahí disponible sería interesante para Brasil. "Todo depende del precio evidentemente, de aumentar las cantidades consumidas de gas en su matriz energética' y diversificar sus fuentes de abastecimiento", enfatizó.

Aunque evidentemente el proyecto es relevante tanto en su envergadura técnica y financiera, algunos expertos afirman que para el gobierno venezolano el gasoducto tiene sobretodo una importancia geopolítica estratégica en la conversión de la energía en factor clave de la integración sudamericana y de la confrontación con EE.UU..

La visión de Hugo Chávez

El mandatario venezolano por su parte dijo que el próximo 9 de marzo comisiones técnicas de los tres países deben presentar a los jefes de estado un primer trazado de la tubería, que aseguró iría desde la coste este de Venezuela, se extendería hasta Manaus, en Brasil, seguiría hacia la costa del nordeste brasileño, para luego empalmarse con instalaciones ya existentes en la zona sur brasileña y seguir hacia Bolivia y Argentina.

Afirmó el presidente venezolano que "Bolivia debe incorporarse de manera mucho más rápida a este proyecto", descartando que en La Paz hubiera cierta desconfianza ante el proyecto porque generaría competencia para su mercado gasífero. "Yo no creo que en Bolivia haya ninguna (desconfianza); esto no es para competir; es para complementarnos. Yo lo hablé con Evo (Morales), el presidente (electo) boliviano y no hay" desconfianza.

Dijo que si la construcción comenzaba pronto el retorno de la inversión sería en cinco a ocho años. No precisó los nombres de las empresas chinas que habrían manifestado interés, ni ofreció otros detalles sobre cuánto gas pasaría a través del tubo.

Chávez aseveró que si bien otros países como Perú tenía ciertas reservas al igual que Argentina y Brasil, el caso era que no eran suficientes para toda la región. Brasil, dijo, "también las tienes (algunas reservas de gas), pero Brasil es un gigante, traga mucho, se las traga rápido, entonces ahí en Venezuela está la octava reserva de gas del mundo, probada, y esto se va a duplicar ahora seguro" por proyectos exploratorios tanto en la costa este como oeste venezolana.

"No hay ningún afán de competencia. No creo que haya ningún temor en Bolivia, sino más bien alegría que este proyecto nos vaya a integrar a todos, tu lo vas a ver", dijo el presidente de Venezuela.