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EEUU: Hacen falta más que US$700.000 millones

29 de enero de 2009

Washington.- El gobierno de Barack Obama está preparando propuestas para rescatar el sistema financiero que implicarán una inversión mucho más grande que la inicial de 700.000 millones de dólares.

Todavía se están dando los toques finales a las propuestas, pero fuentes informadas dijeron que se proyecta gastar cientos de millones de dólares adicionales para combatir la crisis en el mercado de la vivienda, ayudar a los bancos a deshacerse de bienes problemáticos y expandir los programas de liquidez.

El eje de este proyecto es la creación de un banco federal que adquiriría los bienes devaluados que estropean las contabilidades de las instituciones financieras. Esto permitiría que esas instituciones vuelvan a conceder préstamos y alentaría a los inversionistas a que vuelvan al mercado, según los promotores del proyecto.

Para sacar esto adelante el gobierno debería comprometer muchos más fondos que los que contemplaban los políticos hace unas pocas semanas.

"Se habla de cientos de miles de millones" adicionales, expresó Brian Gardner, analista de la firma de investigaciones Keefe, Bruyette & Woods. "No creo que nadie ponga en duda que el gobierno pedirá al Congreso más que los 350.000 millones distribuidos recientemente como parte del paquete de rescate de 700.000 millones".

El Fondo Monetario Internacional dijo esta semana que los bancos de Estados Unidos y Europa ya perdieron un billón de dólares y que podrían llegar a perder 2,2 billones en total.

A este paso, requerirán "al menos 500.000 millones de dólares" para mantenerse solventes, indicó el informe.

Los legisladores demócratas se han estado haciendo asesorar por el economista Mark Zandi, quien dice estar promoviendo un plan de tres puntos que incluye una nueva infusión de capital, garantías contra las pérdidas y un "banco malo" que compre los bienes problemáticos.

La presidenta de la Federal Deposit Insurance Corp. (FDIC, la agencia que asegura el dinero invertido en cuentas corrientes), Sheila Bair, ha dicho en una serie de entrevista que hay que considerar seriamente la propuesta sobre el "banco malo".

Al comprar bienes que los bancos no pueden vender, el gobierno fijaría los precios. Los bancos sufrirían grandes perjuicios potenciales al amortizar las pérdidas, pero al mismo tiempo los inversionistas tendrán una idea clara de la solvencia de las instituciones financieras y ello podría atraer inversiones.

"Los compradores van a decir, 'un momento, estos son bienes cotizados, aunque no sabemos cómo fijar su precio"', comentó Travis Larson, de la Securities Industry and Financial Markets Association. "Muchos de estos bienes tóxicos dejan de serlo, porque, de hecho, su valor en el mercado sube al regresar los compradores al mercado".

Las acciones de los bancos subieron el miércoles ante las expectativas generadas por este proyecto de comprar bienes devaluados.

"Es una buena noticia para todos los bancos, especialmente los grandes", señaló David Stepherson, de Hardesty Capital Management.

Se espera que el gobierno proponga oficialmente estas medidas la semana que viene.

Scott Talbott, cabildero de Financial Services Roundtable, opinó que la compra de bienes es vital para el paquete de rescate. Pero recalcó que "no hay una fórmula única aplicable a todos. Cada institución financiera enfrenta una situación distinta".

Indicó que será necesario más dinero que el aprobado inicialmente, especialmente ahora que el gobierno dijo que piensa destinar entre 50.000 y 100.000 millones de dólares a la crisis del mercado de viviendas.

Pero Talbott advirtió que el "banco malo" conlleva serios desafíos. Será difícil fijar precios justos para bienes que ya dejaron de cambiar de manos. Y habrá que asegurarse que no se ajusten los precios de otros bienes similares a los que fija el gobierno para sus compras.

"Si pagan demasiado, el contribuyente correrá peligro. Si pagan muy poco, los bancos no querrán vender", dijo Talbott.

El tema de los precios hizo que el último secretario del tesoro Henry Paulson dejase de lado el proyecto de comprar bienes devaluados. Paulson optó por aportar dinero directamente a los bancos a cambio de una participación accionaria.

El nuevo secretario del tesoro, Timothy Geithner, planteó tres formas de fijar precios para estos bienes problemáticos: usar modelos de computadora, pedir a los supervisores de los bancos que sugieran valores y comparar los bienes con acciones que todavía generan cierta demanda.

 

 

AP