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Diversos gobiernos del mundo critican golpe en Honduras

El presidente estadounidense Barack Obama exhortó a todas las partes en Honduras a que respeten la democracia y el estado de derecho luego que un grupo de soldados detuvo y expulsó al presidente Manuel Zelaya a Costa Rica, al tiempo que la Unión Europea y varios gobiernos del mundo expresaban su consternación.

29 de junio de 2009

"Estoy muy preocupado por reportes desde Honduras sobre la detención y expulsión del presidente Manuel Zelaya", dijo el mandatario estadounidense horas después que soldados hondureños irrumpieron en el palacio presidencial de Tegucigalpa, desarmaron a los guardias y arrestaron a Zelaya. "Cualquier conflicto y disputa deben resolverse pacíficamente a través de un diálogo libre de cualquier interferencia externa", agregó.

Autoridades de la Casa Blanca dijeron que Obama habló el domingo por la mañana sobre la situación en Honduras con su consejero de seguridad nacional, James Jones. Funcionarios de varias agencias están atentos a la situación y están proporcionando información actualizada a Obama, Jones y su equipo. "Tal como la Organización de los Estados Americanos lo hizo el viernes, pido a todos los actores políticos y sociales en Honduras que respeten las normas democráticas, el estado de derecho y los principios de la Carta Democrática Interamericana", agregó Obama.

Momentos antes, la Unión Europea y otros gobiernos condenaron el golpe militar en Honduras. La UE exigió el retorno inmediato del presidente depuesto. Una declaración difundida por los 27 ministros de Relaciones Exteriores de la UE, reunidos en Corfú, Grecia, describió el derrocamiento de Zelaya como una "violación inaceptable del orden constitucional en Honduras".

La declaración dijo que el bloque europeo exige "un retorno a la normalidad constitucional".

En Venezuela, el presidente Hugo Chávez aseguró que "el imperio norteamericano y la extrema derecha están detrás" de la detención y expulsión de Zelaya, y dijo que puso a las tropas venezolanas "en alerta". "Es un golpe de Estado troglodita, de los tantos que ocurrieron en 10 años en América Latina", dijo Chávez en un contacto telefónico con el canal Telesur.

Más tarde, a su llegada a Managua donde participará en la reunión de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), Chávez hizo "un llamado a las burguesías de estas tierras... no van a poder detener los cambios". "La agresión contra Honduras es la agresión contra todos los pueblos y gobiernos que estamos propiciando estos cambios", agregó. En la Paz, la cancillería de Bolivia informó a través de un comunicado que "Bolivia únicamente reconoce como presidente de Honduras al ciudadano Manuel Zelaya Rosales y por tanto exige su restitución inmediata e incondicional". Más tarde, en declaraciones a la agencia estatal Agencia Nacional de Información (ABI) desde Cochabamba, el presidente Evo Morales exigió "la restitución inmediata del presidente Zelaya. Ya no estamos en tiempos de dictaduras", e hizo un llamado el "orden institucional en Honduras".

En Cuba, el canciller Bruno Rodríguez responsabilizó a los militares golpistas de Honduras por la integridad física y la vida de su colega centroamericana Patricia Rodas y la de los diplomáticos isleños en Tegucigalpa. Rodríguez dio cuenta del "secuestro" temporal el domingo del embajador cubano, Juan Carlos Hernández, cuando él y varios otros representantes pretendieron proteger a Rodas de militares enmascarados, que además los empujaron y golpearon.

Por la noche el ex presidente cubano Fidel Castro dijo que era necesario exigir a los golpistas su renuncia. "Los golpistas acorralados y aislados no tienen salvación posible si se enfrenta con firmeza el problema", manifestó el ex mandatario de 82 años en una de sus habituales "Reflexiones", sus columnas de opinión que suelen ser leídas con detenimiento en la isla y por muchos sectores de América Latina.

Por su parte, el gobierno dominicano rechazó el domingo el golpe de estado llevado a cabo en Honduras contra Zelaya. "Este golpe de Estado representa un retroceso porque con él se viola la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA)", dijo el presidente Leonel Fernández. "No cabe dudas de que la Carta Democrática de la OEA ha sido violada. Ese golpe de Estado en Honduras nos afecta a todos, pues desde hace 30 años en toda la región se han vivido procesos de transición y consolidación de la democracia", agregó Fernández.

En El Salvador, el presidente Mauricio Funes informó que debido a que la esposa de Zelaya y sus hijos se mantienen por separado en distintas zonas de Honduras, la primera dama de este país Vanda Pignato les ofreció gestionar su evacuación. En Managua, el presidente nicaragüense Daniel Ortega dijo que gestionaba adelantar la reunión del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) "para hacer un frente de lucha centroamericano e internacional que permita restituir en su lugar al presidente Zelaya".

En Bogotá, el gobierno del presidente Alvaro Uribe expresó en un comunicado divulgado por la cancillería su "profunda consternación por la ruptura del orden constitucional" en Honduras y rechazó que "se haya separado del poder por la fuerza al señor presidente constitucional y democráticamente elegido, Manuel Zelaya Rosales". En Argentina, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo que la comunidad regional e internacional "debe exigir la restitución del presidente legítimo de Honduras".

El golpe "nos remonta a la peor barbarie de la historia de América Latina", declaró Fernández tras votar en las elecciones legislativas en la ciudad austral de Río Gallegos. "Esto es un retorno a la barbarie", insistió.

En Chile, el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet condenó "enérgicamente el intento de golpe de estado en Honduras que violenta el orden constitucional en esa República y que adicionalmente contraviene de manera flagrante las disposiciones de la carta de la OEA y sus instituciones fundamentales", dijo un comunicado. El ejecutivo chileno exigió "el restablecimiento de la democracia en Honduras y la reinstalación inmediata" de Zelaya como presidente, al haber sido elegido legítimamente.

En tanto, el Grupo de Río, a través de un comunicado emitido en la Ciudad de México, manifestó "su más enérgica condena al golpe de estado perpetrado en la República de Honduras que ha interrumpido el orden constitucional y democrático en ese país, al ser retirado de su cargo en forma ilegítima el Presidente Constitucional de la República, señor José Manuel Zelaya Rosales".

Los países que integran al Grupo de Río "exhortan a todos los actores políticos de la República de Honduras a evitar la violencia y demandan la restitución inmediata e incondicional en sus cargos de su Presidente legítimo y constitucional, señor José Manuel Zelaya Rosales y del resto de las autoridades legalmente constituidas".

El Grupo de Río está integrado Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

AP