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Disputa entre Air France-KLM y Rolls-Royce

Una disputa sobre mantenimiento de motores entre Air France-KLM y Rolls-Royce que ha postergado un año un pedido de aviones por 7.000 millones de Airbus podría tardar varios meses más en resolverse, dijo un importante ejecutivo de la aerolínea.

18 de septiembre de 2012

 

Air France-KLM registró el pedido de 25 aviones de pasajeros A350-900 el 16 de septiembre del 2011, al mismo tiempo que ordenó 25 Boeing 787 Dreamliners.

Aunque el pedido de Boeing ha sido confirmado, la parte del acuerdo de Airbus sigue incompleta debido a que Air France-KLM y el fabricante de motores Rolls-Royce no pueden acordar quién debería hacerse cargo del mantenimiento de los motores de los aviones Airbus.

"El problema es el servicio y el mantenimiento. Tenemos una operación de mantenimiento sólida y Rolls tiene una política de hacer el mantenimiento por su cuenta", dijo el martes a periodistas Alexandre de Juniac, presidente ejecutivo de la red Air France, del grupo franco-holandés.

Consultado sobre cuánto tardaría en resolverse la disputa, respondió: "En los próximos meses. No tenemos apuro".

Air France, tradicionalmente un cliente de motores de General Electric, quiere expandir su participación en el servicio de motores, no solo a su propia flota sino también para otras aerolíneas, con la intención de aumentar sus ganancias.

Al igual que la mayoría de los fabricantes de motores, Rolls-Royce obtiene gran parte de sus margen de ingresos de motores civiles en servicio y mantenimiento posteriores a las ventas.

La empresa británica no quiso comentar sobre las negociaciones de Air France.

"No hacemos comentarios sobre negociaciones comerciales", manifestó el portavoz de la firma Richard Hedges.

Air France dijo a fines de agosto que estaba analizando la apertura de una planta de mantenimiento en China. Mientras el tránsito aumenta y hace crecer el volumen de las visitas regulares de mantenimiento, Air France cuenta con el incremento de estos servicios para impulsar sus planes de reestructuración.

REUTERS