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Detenidos activistas de Greenpeace por pedir el cierre de nuclear española

Quince activistas de Greenpeace y un fotógrafo independiente fueron detenidos hoy tras irrumpir en la central nuclear de Cofrentes, en la provincia española de Valencia (este), para protestar y pedir su cierre, informaron fuentes de la organización ecologista.

15 de febrero de 2011

Valencia - La ocupación de la central se prolongó durante once horas, hasta que los activistas fueron desalojados por las fuerzas de seguridad y se desactivó la alerta de emergencia.

En el desalojo, un vigilante resultó herido de carácter leve con un corte de siete centímetros a la altura de la cintura, y otros dos sufrieron contusiones tras el forcejeo con algunos de los miembros de Greenpeace, confirmaron fuentes del Gobierno regional valenciano.

En un comunicado, Greenpeace niega que sus activistas hayan utilizado la violencia y reitera que "si tres trabajadores de la central han resultado heridos, en ningún momento se ha debido al comportamiento violento de los detenidos".

El portavoz de la organización ecologista, Carlos Bravo, dio por concluida la protesta después de que los tres escaladores, que se habían encaramado a una de las torres de Cofrentes para pintar la advertencia "Peligro nuclear", hubieran descendido.

Según relató Bravo a Efe, los quince detenidos podrían ser los tres escaladores de la organización, que realizaron la pintada, y los activistas que se hallaban dentro del complejo desde primeras horas del día.

Asimismo, confirmó que un fotógrafo, que había entrado en la central nuclear junto a los activistas, habría sido detenido por los agentes con anterioridad.

El portavoz de la organización anunció que se iba a trasladar hasta la localidad cercana a central donde supuestamente están los detenidos, para reunirse allí con los abogados de la organización y conocer "su situación jurídica y legal".

Según dijo Bravo, "la filosofía" que sostiene Greenpeace es la "no violencia", por lo que sus miembros "no responden a ninguna agresión".

"Nuestro propósito es dejar claro que la energía nuclear es peligrosa y que no se debe renovar el permiso de explotación", insistió el portavoz de Greenpeace.

 

(Efe)