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Del vino a las lavadoras, Mercosur ante nuevos desafíos

En noviembre, el grupo actuó unido en la Cumbre de las Américas, en Mar del Plata, para frenar la reanudación de negociaciones para un Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

14/2/06
1 de febrero de 2006

El bullicio de protestas ha ganado un nombre: "Guerra de las refrigeradoras". En ella, bajo un vocinglerío que gana titulares en los periódicos, los fabricantes brasileños protestan contra las barreras que previenen que la industria argentina sea inundada por importaciones desde su vecino.

Pero ahora el turno de quejarse será de los argentinos porque, tras fuertes presiones del sector productivo brasileño, el Ministerio de Agricultura dijo que podría restringir las importaciones de vino, trigo y arroz desde Argentina.

Los políticos de ambos países insisten en que el llamado "Mecanismo de Adaptación Competitiva (MAC)" resolverá el impasse con los productos de la línea blanca y otras disputas comerciales frecuentes entre las dos mayores economías de América del Sur.

Pero quienes analizan el tema arguyen que el MAC contraría el libre comercio y podría debilitar al Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Con Venezuela en camino a convertirse en el quinto socio pleno del bloque y Bolivia invitada a sumarse en esa misma categoría, el bloque parece caminar más hacia una instancia política que mecanismo para el libre comercio.

Tanto el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, como su colega boliviano Evo Morales, son críticos del libre comercio estilo estadounidense, al que califican de un intento del "neoliberalismo" de las multinacionales para esclavizar a los trabajadores latinoamericanos.

El MAC podría ser una tentación para Paraguay y Uruguay para abandonar el Mercosur y buscar acuerdos de libre comercio con Estados Unidos. Un extremo así haría que Brasil perdiera su posición de vocero regional ante los países industrializados en pos de recortes a los subsidios agrícolas, opinan algunos analistas.

El acuerdo argentino-brasileño "es otra evidencia que el Mercosur esta enredado, falto de coherencia respecto a sus fines originales", dijo Michael Shifter, del Diálogo Inter-Americano, en Washington. "El escenario político latinoamericano cada vez se fractura más. Los gobiernos cierran acuerdos en busca de beneficios a corto plazo", agregó.

Brasil y Argentina son de lejos los principales actores de Mercosur, albergan a 221 millones de los 230 millones de habitantes del bloque y representan 97% de sus 767.000 millones de dólares de Producto Interno Bruto (PIB). El Mercosur crecerá significativamente con Venezuela, la tercera economía sudamericana y el quinto exportador de crudo del mundo.

Paulo Saab, de la asociación nacional de fabricantes de equipos eléctricos, dijo que el acuerdo del 1 de febrero entre Argentina y Brasil representa un "peligroso precedente que altera las reglas establecidas para Mercosur".

La Federación de Industrias de Sao Paulo, que asegura que sus miembros representan 75% del PIB de Brasil, indicó que podría boicotear la entrada de algunos productos argentinos.

Y aunque voceros del gobierno de Brasil inicialmente descartaron un impacto negativo del MAC en el Mercosur, el ministro de Agricultura Roberto Rodrigues anunció que podría acudir al nuevo mecanismo para frenar importaciones argentinas de vino, trigo y arroz.

Si Brasil pasara de las palabras a los hechos, la industria vinícola argentina perdería, pues el mercado brasileño es su tercer destino después de Estados Unidos e Inglaterra.

Las restricciones al vino disminuirían las opciones del consumidor brasileño --la mayoría coincide en que el vino argentino es mejor, y de menor precio que el local-- y reducirían la recaudación de impuestos, dijo Otavio Lilla, director de mercadeo de Mistral Importadora Ltda, una de las mayores de Sao Paulo.

También podrían estimularían el mercado negro, dijo. "Ya tenemos un problema con el contrabando de vino argentino a Brasil y eso sólo crecerá", dijo Lilla. "Es asombroso y triste. Entiendo que ha habido cambios en las economías de Argentina y Brasil, pero si colocan barreras, Mercosur no tendrá ninguna utilidad y se convertirá en algo obsoleto".

El MAC no fue sorpresa completa porque hace rato que el Mercosur se desvía de la economía hacia la política.

En noviembre, el grupo actuó unido en la Cumbre de las Américas, en Mar del Plata, para frenar la reanudación de negociaciones para un Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Los países de Mercosur se opusieron a reanudar las negociaciones del ALCA, que crearía una de libre comercio entre 34 países del hemisferio, mucho mayor que la Unión Europea, mientras no avancen las de la Organización Mundial de Comercio para que Estados Unidos y otros países ricos reduzcan los subsidios a sus agricultores.