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Cubano-estadounidenses optimistas con anuncio de Obama

14 de abril de 2009

MIAMI  — Muchos cubano-estadounidenses celebraron la decisión del presidente Barack Obama de alejarse de una política de medio siglo hacia el país de gobierno comunista y levantar las restricciones a los familiares que visiten la isla y les envíen remesas.

Delsa Bernardo estaba a punto de hornear unos panecillos dulces en la Panadería Yiya's Gourmet Cuban Bakery cuando escuchó la noticia: Tras años de separación, finalmente podrá visitar a su tía de 80 años en Cuba, cuando los desee.

En una señal más de apertura, la Casa Blanca anunció también que permitiría a las empresas estadounidenses buscar negocios de telecomunicaciones en la isla.

"Esto es fantástico para mí. Realmente podré ver a la hermana de mi padre. Ella es mi última familiar viviente allí", agregó Bernardo, de 47 años, quien llegó a Estados Unidos cuando tenía cinco años y nunca regresó.

Aunque el cambio es limitado — los viajes todavía siguen prohibidos para otros estadounidenses y un embargo comercial amplio sigue en vigencia — la Casa Blanca afirmó que su decisión es un camino para promover la libertad personal en una de las pocas naciones restantes con gobierno comunista.

Los cambios, propuestos por primera vez durante la campaña presidencial de Obama, marcaron otro paso importante que se aleja de las prioridades de la política exterior del gobierno del presidente George W. Bush.

Empero, la medida no fue ni de lejos el cambio esperado por muchos — incluyendo el senador republicano Richard Lugar —, quienes sostienen que es necesario la derogación completa del embargo a fin de promover los intereses de Estados Unidos en América latina y los cambios en Cuba.

Para la mayoría de los estadounidenses, empero, Cuba sigue siendo el único país del mundo en el que su gobierno les prohibe visitar la isla, una barrera para los potenciales visitantes así como para la industria turística cubana que desearía darles la bienvenida.

 

(AP)