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Cuba entra en el debate del biocomustible

Los comentarios de dirigentes cubanos se producen poco después de que el presidente estadounidense George W. Bush promoviera en su gira por América Latina el uso de la caña de azúcar, maíz y otros cultivos para producir etanol, ya que su país busca disminuir la dependencia del petróleo.

30 de marzo de 2007

La Habana.- El vicepresidente cubano Carlos Lage ratificó la posición del convaleciente mandatario Fidel Castro, al descartar que la isla vaya a destinar tierras de cultivos como la caña para producir biocombustibles, en momentos en que la industria azucarera local sufre las consecuencias del cambio climático.

Lage también admitió que la zafra cubana de este año presenta condiciones "muy difíciles", aunque no aventuró cifras de cuánto podría obtenerse, y sostuvo que el cambio climático golpeó dramáticamente a la industria azucarera. El funcionario fue entrevistado por la televisión cubana en la noche del jueves para hablar precisamente de esta industria a la cual la Cuba ligó su riqueza durante siglos.

En cifras extraoficiales, Cuba obtuvo el año pasado 1,2 millones de toneladas de azúcar, una cantidad menor a los registros históricos y a cuatro años de una reestructuración de esta industria. Para el 2007 se había anunciado un repunte, impulsado por una mejora en los precios internacionales del producto. Lage indicó que desde el 2000 a la fecha el país sufrió los efectos del cambio climático: sequías y aumento de las temperaturas promedios y la humedad en temporadas de corte antes secas.

Además, en ese periodo pasaron un récord de ocho huracanes.

"En las provincias de Holguín y Tunas el 25% de las unidades productoras no han comenzado a cortar caña y la zafra empezó finales de noviembre", dijo el vicepresidente. La reestructuración en 2002 determinó el cierre de la mitad de los 150 ingenios del país debido a que le daba más pérdidas que ganancias. Sin embargo, expertos habían pronosticado para este año un mejor comportamiento del sector de la mano del alza de precios internacionales y el desarrollo del etanol de azúcar.

Actualmente, Cuba tiene 17 destilerías con una capacidad instalada de 180 millones de litros anuales de etanol. El anuncio realizado el año pasado, indicó que para el 2010 se esperaba alcanzar los 500 millones de litros por año. El jueves, en un artículo de prensa Castro consideró "siniestra" la intención de producir combustible a partir de alimentos y aseguró que en Cuba la producción directa del alcohol a partir del jugo de caña "no constituye más que un sueño o un desvarío de los que se ilusionan con esa idea"

Según el mandatario, la política estadounidense busca matar de hambre al del tercer mundo quitándole sus alimentos y desmontando sus tierras para plantaciones de caña, maíz o remolacha, para sostener el patrón de consumo de los países ricos. Sin embargo, en América Latina el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva es una ferviente promotor de la industria del etanol, de la cual su país es el mayor productor regional.

Lula sostuvo que el éxito del programa brasileño con el etanol ha ayudado a disipar mitos de que este combustible es una amenaza a las selvas amazónicas y a la producción de alimentos, en un artículo publicado el viernes en el diario The Washington Post, y un día después que Castro publicara el suyo.

Castro, de 80 años de edad, delegó el poder en julio tras sufrir una operación, la víspera reestrenó su pluma como articulista con este texto sobre los biocombustibles.

Lage retomó este punto. "Es totalmente irracional pensar que en un mundo donde viven más de 1.000 millones de personas, donde faltan los alimentos, el agua... se vaya a producir alcohol, etanol para los transportes", indicó Lage.

 

 

AP