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Crisis alimentaria sumiría en pobreza a 100 millones de africanos

16 de junio de 2008

Londres.- La carestía de los alimentos en el mundo conlleva el riesgo de anular años de logros económicos en Africa y sumir a 100 millones de personas en la pobreza, advirtió el lunes un grupo de personalidades internacionales.

El denominado Panel Progreso de Africa expuso también la posibilidad de que los países ricos incumplan la promesa de entregar miles de millones de dólares en ayuda al continente para 2010. "Africa ha tenido un avance sustancial en los últimos años", consideró el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, que preside el grupo.

"Sin embargo, la crisis alimentaria actual amenaza con revertir muchas de las mejoras conseguidas con gran esfuerzo", dijo.

"Con 100 millones de personas al borde de la pobreza absoluta, el costo de los alimentos no será medido por el precio del trigo y del arroz, sino por un numero cada vez más grande de muertes de bebés y niños en toda Africa", agregó.

El panel fue creado el año pasado para llamar la atención de los gobernantes de la comunidad internacional sobre el continente y observar la situación de los ambiciosos compromisos de ayuda. Entre sus 11 integrantes se encuentran también el ex primer ministro británico Tony Blair y el activista irlandés contra la pobreza Bob Geldof.

En su informe anual, el grupo apremió a los mandatarios del Grupo de los Ocho (G8) países más industrializados para que "financien con urgencia los déficit en sus objetivos de duplicar la asistencia para Africa en 2010".

El G8, durante su cumbre de 2005 en la ciudad escocesa de Gleneagles, obtuvo compromisos para aumentar la ayuda extranjera en 50.000 millones de dólares al año para 2010, de los cuales la mitad correspondería directamente a Africa, y cancelar el débito de los países pobres más endeudados.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos informó en abril que la asistencia foránea de los principales países donantes cayó en el 2007 al tiempo que se redujeron los planes para aliviar deudas, en medio de una desaceleración económica en Japón y otras naciones ricas.

 

 

 

AP