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Copiado ilegal socava negocio del cine

Un enjambre de cerca de un centenar de tiendas modestas conforman la Ciudad Saigón, donde vendedores informales comercian discompactos vírgenes, estuches, carátulas de películas y decenas de miles de copias ilegales de filmaciones de todos los géneros.

9 de octubre de 2006

Caracas.- En pleno corazón de la capital, frente a una de las sedes del Congreso, está Ciudad Saigón, uno de los centros de venta de copias ilegales de películas más grandes del país, que alimenta una creciente actividad manejada por miles de vendedores ambulantes que amenaza llevar a la quiebra el negocio del cine venezolano.

El comercio de las copias ilegales de películas y otros productos se ha transformado para el gobierno en "una problemática de interés estatal" debido a que afecta la recolección de impuestos y a numerosas empresas formales, expresó el intendente de tributos internos del ente recaudador, Noel González.

González dijo en una entrevista con The Associated Press que el negocio del cine en Venezuela está "sumamente afectado" porque "más del 80% de las películas que se venden en el mercado son piratas".

El funcionario indicó que las autoridades no manejan cifras de cómo se ha ido expandiendo la actividad de la "piratería" de películas, pero precisó que el impacto se ha sentido de forma dramática en el negocio cinematográfico.

"Había hasta el año 2004 más de 150 personas trabajando en la comercialización (local) de películas, y hoy en día lo que hay son siete personas", comentó González.

El presidente de la Asociación Venezolana de Exhibidores de películas, Abdel Guerere, admitió que a consecuencia de la proliferación de la "piratería" de las películas el año pasado se reportó una "disminución de la asistencia a las salas entre un 30% y un 40%", que le originó al sector "una pérdida mil millonaria" en ingresos dejados de percibir.

Guerere mencionó que según cifras de la Asociación Nacional de Acción Antipiratería, para el año 1999 en Venezuela había doce distribuidoras de películas y que hoy "sólo quedan tres".

Explicó que en algunos países como Estados Unidos parte de las ganancias de la producción de una película son generadas por las ventas de los DVD, pero que en el caso de Venezuela no hay "casi nada" de ingresos debido a la "piratería".

"La intensidad que este fenómeno tiene en Venezuela es muy destacado", superando a otros países de la región como Colombia y Ecuador, aseguró Guerere.

González, intendente de tributos internos del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), dijo que de acuerdo con las investigaciones desarrolladas por esa dependencia "la mayor parte de esas películas copiadas viene de Colombia, y viene vía Panamá", y también son tomadas de la internet.

González manifestó que las autoridades venezolanas se encuentran de manos atadas para enfrentar la "piratería" debido a que no existe ninguna regulación que les permita combatirla. Explicó que según las leyes locales sólo los autores de las cintas son los que pueden ejercer acciones individuales contra los que efectúen las copias ilegales.

Agregó que para atender ese problema el Seniat creó una comisión especial y presentará a fines de año al Ministerio de Finanzas un proyecto de ley "antipiratería".  Tanto el Seniat como la Asociación de Exhibidores han emprendido campañas publicitarias en el país para tratar de concientizar a la población sobre los daños que genera comprar copias ilegales.

Eduard Verenzuela, uno de los cientos de vendedores que laboran en Ciudad Saigón desde hace dos años, admitió que conoce poco sobre la legalidad o no de su actividad.
Verenzuela, de 22 años, comentó que personas de todas las edades visitan Ciudad Saigón para adquirir todo tipo de filmaciones, especialmente de factura estadounidense. "Siempre veo la cartelera de los periódicos y de inmediato vengo para acá", dijo Pedro Laya, empleado de una empresa de sonido.

Laya, de 42 años, explicó prefería adquirir las películas "piratas" porque "son más baratas" que ir al cine, y además "es más seguro estar en la casa que en la calle. Hay demasiada delincuencia".

 
Fuente: AP