Continúan investigaciones contra Bavaria por su marca Peroni

Bogotá.- Ya ha pasado un año desde que Heineken Internacional de Colombia S.A. radicó una queja ante la Superintendencia de Industria y Comercio por posibles prácticas comerciales restrictivas en contra de Bavaria S.A. La razón dada en el comunicado manifestaba que la cervecera estaba cerrando los canales de comercialización de las bebidas premium en bares y restaurantes con contratos de exclusividad, lo que imposibilita el acercamiento de los consumidores a otros productos.

La violación a las normas sobre competencia y prácticas comerciales restrictivas son el eje principal de esta denuncia que comenzó el 25 de abril de 2007 luego de llevar a cabo una averiguación preliminar, en donde la Súper Intendencia de Industria y Comercio (SIC) abrió investigación en contra de Bavaria, por la posible contravención al artículo 1 de la Ley 155 de 1959 y los numerales 3 y 6 del artículo 50 del Decreto 2153 de 1992, en donde se estipulan las normas sobre competencia en el mercado colombiano.

Así mismo, abrió investigación al representante legal de dicha compañía, el señor Kart Lippert, para determinar si éste autorizó, ejecutó, o toleró conductas contrarias a las normas sobre promoción de la competencia y prácticas comerciales restrictivas.

Posteriormente, en septiembre 21 de 2007, Bavaria presentó un documento en el que ofrecía garantías con las que aparentemente terminaría la investigación en su contra, a lo que la Superintendencia de Industria y Comercio respondió con un rotundo rechazo y decidió seguir con la investigación.

Continuando con el proceso, el 30 de noviembre de 2007, Heineken presentó una solicitud de medidas cautelares por medio de la cual le solicitó a la SIC que ordenara a Bavaria lo siguiente:

Suspender en forma inmediata toda conducta que esté encaminada o que tenga como efecto lograr la exclusividad de la venta de sus productos en los canales horeca y tradicional

Suspender en forma inmediata toda conducta que esté encaminada o que tenga como efecto lograr la exclusividad de la publicidad, mercadeo y utilización de material P.O.P de sus productos en los establecimientos comerciales de los distribuidores y comercializadores, tanto en el canal horeca como en el tradicional.

Luego de presentar estas solicitudes, se llevó a cabo una audiencia de conciliación en la que no se llegó a ningún acuerdo, lo que culminó con una carta que radicó Heineken ante la SIC manifestando su inconformidad con las actuaciones desarrolladas por Bavaria, e informó que los ofrecimientos conductuales que hizo Bavaria en la audiencia de conciliación no eran suficientes para eliminar las distorsiones que se han generado en el mercado colombiano de cerveza.

En la última resolución emitida por la SIC el pasado 22 de febrero, se citaron gerentes, dueños y administradores de 17 establecimientos comerciales que distribuyen los productos de Bavaria y Heineken. La finalidad de presentar los argumentos de estas personas será la de revelar el comportamiento de los precios, la participación y las características del mercado antes y después del lanzamiento de Peroni en Colombia. Estos testimonios son clave para determinar si la cervecera colombiana está realizando prácticas indebidas.

Es un hecho que desde el próximo 10 de marzo se van a presentar nuevas partes de en la recogerán nuevos testimonios y se realizarán visitas administrativas dentro de la investigación, que revelarán las verdaderas acciones de Bavaria para penetrar el mercado colombiano.

Se cumple un año de proceso en el que quedan dos conclusiones bastante obvias, la primera es la importante acción que cumple la Superintendencia para lograr que el acceso a los canales de distribución comercial estén abiertos a todos los productos que cumplan las condiciones aptas para el público y la segunda es el desafío de dos multinacionales por posicionarse en el mercado colombiano.

Heineken, por su lado, continúa intentando permanecer en un mercado que tiene una gran acogida por sus productos y su marca, aunque se enfrenta a un monopolio empresarial que al parecer utiliza herramientas ilegítimas para eliminar a la competencia.