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Constructoras achican sueño americano a enojados propietarios

3 de diciembre de 2008

NUEVA YORK- Las constructoras desesperadas por desarrollar viviendas más pequeñas y baratas están incurriendo en gastos adicionales y enfureciendo a sus clientes al rediseñar comunidades ya habitadas.

A medida que acelera el desplome del sector inmobiliario de Estados Unidos, las constructoras desde California hasta Nueva Jersey han debido sentarse nuevamente en las mesas de dibujo y achicar el "sueño americano".

"Puedes terminar con una gran cantidad de propietarios furiosos cuando a mitad de un proyecto intentas cambiar de dirección", comentó Jody Kahn, de John Burns Real Estate Consulting, basada en California.

Jackie López, una mujer de 37 años con cuatro hijos, fue una de las que ya se enojó. Junto a sus vecinos está luchando contra la decisión de la mayor constructora estadounidense, D.R. Horton Inc, de construir casas más pequeñas en su barrio en Vacaville, California, al norte de San Francisco.

"He vivido aquí, en Vacaville, desde 1976 y nos mudamos de un vecindario que parecía hecho con molde", contó López.

"No era un mal barrio. Pero uno intenta subir escalones", agregó.

D.R. Horton declinó comentar sobre el asunto.

Las constructoras optan por esta estrategia cada vez que azota una crisis, dijo Don Walker, también de John Burns Real Estate Consulting.

Siempre genera tensión con los gobiernos locales, que favorecen las casas más grandes y las fachadas más suntuosas que atraen a compradores de mayor poder adquisitivo y sus obligaciones tributarias, comentó Kahn.

Incluso en tiempos de bonanza, las constructoras han discrepado con los pueblos que, por ejemplo, quieren ladrillos en los cuatro lados de una casa en vez de solo en su frente, lo que es más barato, explicó Kahn.

Actualmente, un récord de 2,6 millones de viviendas están bajo ejecuciones o en camino a eso, según la firma del sector RealtyTrac.

Esas casas están fijando los precios en muchos mercados, sostuvo Kahn, lo que significa que las constructoras o tienen que bajar los precios o fabricar casas más pequeñas.

"Las constructoras dicen que necesitan que las localidades sean realistas", dijo Kahn, quien agregó que las constructoras de todo el país luchan por conseguir permisos para fabricar viviendas de menor precio que las aprobadas inicialmente.

"Esta ha sido una batalla de mucho tiempo pero ahora está siendo realmente avivada porque es una cuestión de supervivencia", aseguró. 

(Reuters)