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Consorcio brasileño gana licitación de represa en Amazonas

El gobierno brasileño cree que el proyecto para construir el dique San Antonio sobre el río Madeira, cerca de Bolivia, tendrá un costo de unos 5.300 millones de dólares. Consorcio Madeira Energetica dijo que venderá energía eléctrica de la represa a 78,87 reales (43,82 dólares) por hora de megavatio.

10 de diciembre de 2007

Sao Paulo.- Un consorcio brasileño ganó el lunes una licitación para construir y operar una represa en la selva amazónica, tras un proceso de presentación de ofertas interrumpido por manifestantes que sostienen que el proyecto desplazará a miles de habitantes del área y dañará el medio ambiente.

Consorcio Madeira Energética, un grupo que incluye la participación de la importante empresa de construcción Norberto Odebrecht SA, venció a otros dos consorcios en los que participaban la compañía española Endesa SA y la franco-belga Suez.

La licitación fue suspendida durante horas mientras policías antimotines desmantelaban una protesta de unas 80 personas que asaltaron las oficinas de Brasilia de la compañía de electricidad brasileña Aneel antes del amanecer.

El Movimiento de la Población Afectada por Represas organizó la protesta junto a grupos de trabajadores sin tierra, al considerar que el proyecto de 3.150 megavatios y otro de las inmediaciones, podrían obligar a abandonar sus viviendas a 10.000 personas de poblaciones rurales del área.

La policía arrestó a ocho manifestantes, y cientos de ellos marcharon posteriormente desde la oficina de la agencia hacia el Congreso.

Algunos activistas de medio ambiente sostienen que la represa podría dañar una zona prístina del Amazonas, pero el gobierno considera que es necesaria para ayudar a evitar una escasez del suministro energético en el país más grande de América Latina.

Se trata de la primera expansión hidroeléctrica de magnitud de Brasil desde que se terminó la represa Xingo sobre el río San Francisco en 1994. Cerca del 75% de la energía eléctrica del país es suministrada por represas hidroeléctricas. Las tres empresas que buscan quedarse con el proyecto del dique San Antonio _que costaría unos 5.300 millones de dólares_ cuentan con una participación de las empresas de electricidad estatales.

Se espera que en mayo el gobierno licite la construcción del dique Jirau _ en la misma área del río Madeira que el dique San Antonio_ que podría generar 3.326 megavatios de energía. Juntas, ambas represas suministrarían el 8% de la energía necesaria en el país. Se espera que el dique San Antonio comience a funcionar en el 2012, y el Jirau en el 2013.

El gobierno sostiene que son necesarios para satisfacer la creciente demanda energética de Brasil y dice que son diseñados para evitar la creación de grandes embalses, que en el pasado han causado desastres ambientales en el país.

Pero los críticos sostienen que los nuevos proyectos hacen que las represas sean más vulnerables a reducir la generación de electricidad en tiempos de sequías, un fenómeno cada vez más común en la selva amazónica.

 

 

AP