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Confianza de consumidores franceses cae a mínimo en más de 20 años

28 de febrero de 2008

París.- La confianza de los consumidores de Francia bajó al mínimo en más de dos décadas en febrero, ya que la aceleración de la inflación hizo que las familias estuvieran menos dispuestas a hacer grandes compras.

Hay pocas esperanzas de que la inflación ceda pronto desde los máximos actuales en 11 años, ya que los precios al productor, una medida de las presiones sobre los costos, se elevaron al ritmo anual más veloz en más de siete años en enero por el encarecimiento de los alimentos y la energía.

Cuando falta apenas poco más de una semana para la primera ronda de elecciones municipales, los datos del jueves subrayaron el dolor de cabeza de relaciones públicas que enfrenta el presidente Nicolas Sarkozy.

Sus promesas de incrementar el poder adquisitivo de los votantes lo ayudaron a llegar al poder en el 2007, pero entre las familias ha crecido la impaciencia y las encuestas de opinión muestran que desde entonces, la popularidad de Sarkozy se ha desplomado, a 33 por ciento de acuerdo con un sondeo del miércoles de CSA.

"Existe una fuerte correlación entre la confianza del consumidor y la popularidad de Sarkozy pero (...) el tema real es la inflación," dijo Gilles Moec, economista de Bank of America en Londres.

"La gente esperaba mucho del nuevo presidente y él no ha dado resultados en la inflación, incluso a pesar de que en gran medida no es su culpa porque tiene que ver con el impacto de los alimentos y el petróleo," agregó.

La confianza de los consumidores bajó a menos 35, mínimo desde que empezó la serie en 1987, desde el menos 34 de enero, dijo INSEE, la oficina nacional de estadística. Este dato contrarrestó las expectativas, de una lectura sin cambios.

Un componente que mide las opiniones sobre si es un buen momento para gastar cayó a menos 26, la cifra más floja desde mayo de 1997.

El pesimismo de las familias sobre la salud de la economía podría haberse acentuado por la subida del euro, que esta semana llegó a un nuevo récord histórico por encima de 1,51 dólares.

El público presta cada vez más atención a las dificultades que representa el avance del euro para los exportadores franceses, y por lo tanto para la economía en general.

El jueves, la compañía química Rhodia dijo que el grupo enfrenta "fuerzas en contra sustanciales por el tipo de cambio desfavorable y por la escalada de los costos de las materias primas y de la energía."

La fortaleza del euro sirve para amortiguar el impacto de las alzas de precios de las materias primas denominadas en dólares. Sin embargo, el incremento de los costos de los alimentos y la energía se está trasladando, de todos modos.

En enero, los precios al productor subieron 0,5 por ciento comparado con el mes previo, y ascendieron 4,9 por ciento respecto del mismo período del año anterior, con grandes aumentos en los valores de los productos agrícolas y la energía, dijo el INSEE.

 

 

Reuters