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Comienza cumbre energética sudamericana con tensiones

Estados Unidos y Brasil son los mayores productores mundiales de etanol, un combustible a base de alcohol fabricado de la caña de azúcar o el maíz. Chávez que estuvo de acuerdo en alentar el consumo de etanol, dio un giro y ahora es opositor.

15 de abril de 2007

Caracas_ No hace mucho tiempo, el presidente Hugo Chávez alentaba un ambicioso plan para producir etanol, pero en los últimos dos meses el combustible alternativo se convirtió repentinamente en un villano para él y en el principal punto de tensión con su colega brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.

 

La disputa, que surgió en parte por un acuerdo de etanol que sellaron Brasil y Estados Unidos, amenaza con ensombrecer una cumbre energética de los países de América del Sur que comienza el lunes en Venezuela. Allí Chávez buscará apoyo para proyectos que incluyen la creación de un banco regional y de una organización de gas natural similar a la OPEP, que reduzca la influencia de Washington en América Latina.

 

Estados Unidos y Brasil son los mayores productores mundiales de etanol, un combustible a base de alcohol fabricado de la caña de azúcar o el maíz. El mes pasado conformaron una "alianza" para promover la producción en la región y crear estándares de calidad internacional que permitan su comercialización de manera similar al petróleo.

 

Chávez dijo la semana pasada que Venezuela trabajaba en una propuesta alternativa para "derrocar" el acuerdo brasileño-estadounidense, que caracterizó como un "cartel de alcohol" que monopolizará las tierras cultivables y privará de alimentos a los pobres, críticas compartidas por su aliado cubano Fidel Castro.

 

El presidente no ofreció detalles y sólo aludió al papel que ha desempeñado socavando la propuesta estadounidense del Area de Libre Comercio de las Américas, alentando un pacto comercial socialista alternativo que ha prometido millones de dólares de ayuda a Bolivia, Cuba y Nicaragua.

 

Además de Brasil, asistirán a la cumbre energética los líderes de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Bolivia.

 

Chávez espera conseguir respaldo para varias propuestas, entre ellas un gasoducto sudamericano, una especie de alianza similar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo para promover un "precio justo" del gas natural; y un Banco del Sur que actuará como un organismo crediticio alternativo al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional.

 

Pero para obtener el apoyo de Brasil, Chávez podría tener que soportar la realidad de que los intereses de su aliado en lo que respecta al etanol, están más cerca de su archienemigo, el presidente estadounidense George W. Bush.

 

"Las opciones energéticas de Brasil no deben, empero, ser convertidas en escenario para discusiones político-ideológicas, como si estuvieran configurados dos campos opuestos en las Américas. La cooperación en biocombustibles con Estados Unidos es válida y no altera la política exterior de Brasil en la región", expresó Marco Aurelio García, consejero de Silva, en una columna publicada el viernes en los diarios venezolanos.

 

Chávez en realidad tiene sus propios proyectos de etanol. En enero su gobierno firmó con Ecuador un acuerdo para evaluar la posibilidad de comercializar ese combustible. Cuenta además con un plan de 900 millones de dólares para ser autosuficiente en etanol para el 2012 con la siembra de 300.000 hectáreas de caña de azúcar, arroz y otras cosechas y con la construcción de 17 plantas procesadoras. En febrero, Cuba y Venezuela acordaron construir 11 plantas de etanol.

 

Chavez niega cualquier conflicto con Silva y promete compartir con él su posición en la reunión del lunes. García aseguró que Lula viene "en paz y amor", para promover el etanol no "como combustible ideológico" sino "sólo combustible"

 

 

 

AP