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Comienza carnaval en Brasil

El carnaval comenzó en Río, con ruidosos festejos callejeros en los que multitudes de lugareños, que gritaban y tocaban tambores, se unieron a los extranjeros, principalmente procedentes del hemisferio norte, que llegaron huyendo del frío.

13 de febrero de 2010

Rio de Janeiro — Miles de fiesteros colmaron las calles empedradas del barrio bohemio de Santa Teresa, con disfraces humorísticos, algunos de los cuales rayaban incluso en lo blasfemo.

En la fiesta de las Carmelitas, que recibe su nombre por un convento cercano, varios grupos de jóvenes participaron vestidas como policías sensuales, junto con hombres disfrazados de bebés, con sus chupetes, cubiertos con talco.

La fila de los tambores, cuyo contagioso ritmo de samba mantuvo bailando a la multitud en medio del calor intenso, fue formada por hombres vestidos de monjas, igual que muchos otros participantes.

El viernes marcó el comienzo de las fiestas excéntricas en las calles, que son el corazón y el alma del carnaval.

Esta ciudad costera abre sus brazos a más de 700.000 visitantes este año, de acuerdo con funcionarios de turismo. Lo hace en medio del clima más cálido en décadas, que no ha reducido en un ápice la locura de las fiestas.

Carly Obudiyat, estudiante de medicina de 25 años y originaria de Nueva York, dejó lejos la nieve para disfrutar las playas y los ruidosos "blocos", como se conoce a los festejos callejeros en Río durante el Carnaval.

"Me encanta esto, es fantástico venir de los vientos congelantes a una temperatura de 111 grados" Fahrenheit (44 centígrados), dijo Obudiyat, mientras caminaba cerca de la playa de Ipanema, con una cerveza en la mano y con gotas de sudor en la frente.

Las Escuelas de Samba seguían ensayando el viernes para el comienzo de la competición, en los espectaculares desfiles de carros alegóricos.

Este año, una niña de 7 años se apoderó del codiciado título de reina de las cuadrillas de tambores del carnaval, un honor normalmente reservado para modelos esculturales.

En otros lugares, el carnaval no traía tantas libertades. En el estado de Minas Gerais, al norte de Río, el alcalde de San Lorenzo prohibió la música de rap y funk en las calles, al señalar que esos ritmos promueven la violencia y la vulgaridad. Los transgresores enfrentarán sentencias de hasta seis meses de prisión.

En el poblado colonial de Olinda, en el noreste de Brasil, cualquier persona que toque música a volúmenes estridentes enfrentará una multa de 3.800 dólares. Las autoridades dijeron que no quieren que nada interfiera con la música en las calles.

En medio de los festejos en Río, las autoridades buscaban combatir este año delitos menores, como orinar en la vía pública, en busca de dar un aspecto más ordenado a las calles y playas.

Tras ganar el derecho a organizar los Juegos Olímpicos del 2016, Río y su ambicioso y joven alcalde quieren mostrar al mundo que la ciudad de 6 millones de habitantes tiene la capacidad de realizar el gran acontecimiento deportivo con seguridad, y de combatir la violencia que protagonizan las pandillas del narcotráfico.

El alcalde Eduardo Paes lanzó hace un año una campaña que busca imponer el orden y combatir delitos menores. El carnaval es la nueva vitrina para esa campaña.

Pero eso no impidió que Paes se uniera a los festejos.

Más temprano, el alcalde entregó el viernes la llave de la ciudad al Rey Momo y marcó el comienzo oficial del carnaval carioca.

Paes presentó al Rey Momo y a sus tres princesas en una tradicional ceremonia, mientras integrantes de las escuelas de samba aprovechaban el buen tiempo y ajustaban los últimos detalles de las coreografías o de los carros alegóricos que desfilarán el sábado por la noche.

"Yo declaro en este momento que el carnaval de Río de Janeiro ha comenzado oficialmente. Nuestro carnaval es una ventana al mundo y estoy muy orgulloso de estar aquí. Vamos a disfrutar el carnaval... larga vida a Río de Janeiro", dijo Milton Rodrigues, el Rey Momo.

Las grandes escuelas de samba se preparaban para desfilar el sábado y el domingo en el legendario sambódromo, pero los cariocas también saldrán en unas 500 comparsas por las calles y los clubes nocturnos se preparan para recibir con sus bandas a quienes durante un año se preparan para cuatro noches de "todo se vale".

 
El carnaval concluirá el miércoles de ceniza, cuando se anunciará la escuela de samba triunfadora.

 

 

 

(AP)