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Colombia renueva gestión en Washington por TLC con EEUU

14 de abril de 2008

Washington.- Colombia reanudará esta semana sus gestiones en Washington en favor del tratado de libre comercio con Estados Unidos que, según el presidente George W. Bush, puede estar herido de muerte si la Cámara de Representantes no programa una votación definitiva.

El vicepresidente Francisco Santos vendrá como emisario especial del presidente Alvaro Uribe para tratar de revivir el acuerdo luego que la cámara baja le diera un golpe duro al cambiar en una votación partidista las reglas de su debate obligatorio en 60 días que había pedido Bush.

Bush dijo temprano el lunes que el tratado "está muerto" a menos que la presidenta de la cámara, Nancy Pelosi, programe una votación final en el actual Congreso en aras de un mejor trato que Colombia se merecía como socio más importante de Estados Unidos en Sudamérica.

 

"No es parte del interés nacional el maltrato a un aliado como Colombia", dijo Bush a reporteros en la Casa Blanca luego de una reunión con su gabinete ministerial durante la cual, según explicó, hubo "una gran decepción" con la acción promovida por Pelosi, legisladora demócrata de California.

Pelosi desactivó un mandato de la ley de promoción comercial o "fast track" que faculta al presidente estadounidense forzar el debate de un acuerdo negociado al amparo de esa ley --como ha sido el de Colombia--, en caso de que enfrentara demoras o estuviera de por medio el interés nacional.

"Este acuerdo de libre comercio es favorable a nuestro interés nacional", señaló Bush.

Santos pasará primero el jueves por Nueva York antes de llegar a Washington al día siguiente. La Cámara de Comercio de Estados Unidos, la mayor agrupación empresarial del país, dijo que el vicepresidente colombiano hablará sobre "la importancia de que el Congreso adopte una nueva decisión".

Si Pelosi no se hubiera opuesto a la maniobra, para la Cámara de Representantes estaría ya corriendo los 60 días para votar "sí" o "no" por el tratado. A partir de allí, el Senado debería concluir su propio proceso, en 30 días más.

"Sin embargo, ese proyecto está muerto a menos que (Pelosi) programe una votación final", afirmó Bush.

Pelosi ha defendido su decisión alegando que el tratado hubiese sido rechazado si pasaba a votación.


Indicó que la suerte del acuerdo dependerá de la buena fe en las negociaciones entre demócratas y la Casa Blanca "sobre preocupaciones" del pueblo estadounidense por los efectos en la economía y los trabajadores desplazados por el comercio internacional.

Bush consideró que el tratado colombiano era igualmente "bueno para los trabajadores" estadounidenses, una afirmación que motivó una reacción inmediata de los Teamsters, una de las federaciones sindicales de la nación.

Jim Hoffa, presidente de esa federación, mencionó otra vez el alegato que ha impedido en el Congreso el inicio del debate del tratado: Colombia seguía siendo uno de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio sindical.

"Más de 2.500 sindicalistas han sido asesinados en ese país y el gobierno no ha hecho nada para combatir la impunidad", dijo Hoffa en una declaración escrita.

 

 

AP