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China golpea a la piratería y paga a grandes marcas

Cinco marcas de lujo (Prada, Gucci, Louis Vuitton, Burberry y Chanel) han logrado una importante victoria contra falsificadores.

FIN DE SEMANA
16 de diciembre de 2005

Cinco marcas de lujo (Prada, Gucci, Louis Vuitton, Burberry y Chanel) han logrado una importante victoria contra la piratería en China, consiguiendo que el célebre Mercado de la Seda de Pekín les indemnice con US$13.000.

Se trata de una victoria moral y simbólica, ya que la compensación que habían solicitado las cinco empresas ascendía a más de US$290.000. Sin embargo, supone un duro golpe para el mercado internacional de las falsificaciones.

El Mercado de la Seda era hasta el verano pasado una estrecha calle en la que se apiñaban puestos de ropa falsificada, pero fue desalojada por las autoridades chinas como prueba del compromiso de Pekín contra la piratería.

La zona donde se asentaban los puestos fue derrumbada y en su lugar se construyó un moderno edificio de varias plantas, llamado también Mercado de la Seda, en el que desde el primer día volvieron a venderse marcas pirateadas.

Ahora, además, un tribunal chino ha respaldado los derechos de las marcas occidentales, al considerar que el mercado de ropa y complementos no ha respetado las leyes sobre propiedad intelectual. Se trata, dicen los expertos, de la primera sentencia emitida en China contra este tipo de vendedores de mercancías falsificadas, que proliferan en todo el país y tienen a los turistas occidentales como uno de sus principales clientes.

Los grandes nombres de la moda saben que hay mucho en juego. Fuentes del Departamento de Comercio de EE.UU. aseguran que las marcas internacionales pierden cada año cerca de US$56.000 millones en el mercado chino. La falsificación, además, no tiene límites, y deja su huella tanto en DVDs de películas que llegan a las calles antes de que se estrenen en los cines como en el software, la ropa, los relojes de marca o las bebidas alcohólicas.

Los representantes de las multinacionales de lujo dicen que la sentencia es un buen comienzo y puede servir para que en China "los derechos de propiedad intelectual se tomen con mayor seriedad".

Parece que Pekín está decidido a cambiar esa imagen. Desde el inicio de la campaña contra la piratería en China en julio de 2004, se investigaron 6,77 millones de negocios y 283.000 mercados, se cerraron más de 6.000 establecimientos que vendían copias y 158 personas fueron juzgadas y obligadas a pagar US$46,5 millones de indemnizaciones.