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China, y no EEUU, es el "enemigo tecnológico" de Wikileaks, dice Assange

China y no EEUU es el "enemigo tecnológico" de Wikileaks, dice su fundador Julian Assange, quien asegura que el gigante asiático es el país que más practica la censura de las fuentes de información.

13 de enero de 2011

Londres- "China tiene una tecnología agresiva y compleja de interceptación que se coloca entre todo lector dentro del país y las fuentes de información de fuera", explica Assange en declaraciones al semanario británico New Statesman.

Según Assange, Wikileaks "lleva mucho tiempo luchando para conseguir que sus informaciones lleguen (a China) y los lectores chinos tienen distintas formas de acceder a nuestro portal".

Assange, que se encuentra en prisión preventiva en el Reino Unido a la espera de que se resuelva la solicitud de extradición presentada por Suecia por supuestos delitos sexuales cometidos en ese país, critica asimismo los intentos del Ministerio de Justicia de EEUU de montar una acusación legal contra él y otras personas.

El Gobierno norteamericano se ha sentido avergonzado por las revelaciones sobre su política exterior y está buscando "chivos expiatorios", acusa el fundador de Wikileaks, según el cual si algo le ocurriese, tiene una serie de archivos a buen recaudo que verían entonces la luz.

Assange no revela el contenido de esos archivos, pero señala que incluyen 504 cables de la embajada de EEUU sobre una determinada emisora así como documentos en torno al magnate australiano de los medios de comunicación Rupert Murdoch y su grupo News Corp, al que pertenecen los diarios británicos The Times y The Sun, entre otros.

Sobre Bradley Manning, el soldado estadounidense acusado de haber filtrado los cables diplomáticos de ese país a Wikileaks, Assange dice no haber oído su nombre antes de que apareciera en la prensa y dice que Washington trata de utilizar a ese militar para montar su caso contra él.

"El objetivo es doblarle el espinazo y obligarle a confesar que conspiró conmigo para poner en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos", critica Assange, que rechaza esas acusaciones.

"La tecnología de Wikileaks se diseñó desde un principio para asegurar que nunca conociésemos el nombre o la identidad de las personas que nos filtrasen el material. No se puede seguir el rastro como tampoco se nos puede censurar. Es la única forma de garantizar la protección de nuestras fuentes", explica.

Los abogados de Assange han advertido de que si su cliente es extraditado a EEUU, se expone a la pena capital sólo por haber avergonzado a sus dirigentes.

"No quieren que el público sepa esas cosas y hay que encontrar cabezas de turco", afirma Assange.

Según el fundador de Wikileaks, los intentos del Gobierno de EEUU de procesarle deberían preocupar también a los medios tradicionales.

"Creo que en esos medios se extiende la impresión de que si se me procesa a mí, lo mismo puede ocurrirles a otros periodistas", dice Assange.

"Incluso el New York Times (uno de los diarios que publicaron las filtraciones de Wikileaks) está preocupado, señala.

Y agrega: "Es algo que no ocurría antes. Si se procesaba a un denunciante, editores y reporteros estaban protegidos por la Primera Enmienda (de la Constitución americana), algo que los periodistas daban por supuesto. Y eso es algo que se está perdiendo".

 

EFE